Conferencia de la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal IUFRO “Bosques y Sociedad hacia el 2050” - Junio 2024
Tuve la oportunidad de asistir a la Conferencia IUFRO 2024 en Estocolmo - Suecia, que se lleva a cabo cada cinco años en diferentes partes del mundo, para presentar en la sesión sobre bioeconomía los resultados de mi investigación sobre caza y comercio de carne de origen silvestre que realicé en Ucayali en los últimos años.
Para mayor referencia sobre el tema, visitar:
Resultó interesante saber que países con bosques tropicales, tanto en Asia como en África, enfrentan retos y desafíos similares a los que se encuentra en la Amazonía, pudiendo así mismo conocer diversas metodologías de análisis presentadas por investigadores vinculados al tema.
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La conferencia en general fue muy enriquecedora. Tanto las plenarias, con la asistencia de todos los participantes, como las sesiones especializadas, a las que asistían los interesados en temas específicos, presentaron los resultados de investigaciones de todo tipo relacionadas al quehacer forestal. Se pudo notar una marcada preocupación por el llamado uso sostenible de los bosques con una perspectiva científica y con una fuerte tendencia hacia la conservación y preservación de los mismos. Las presentaciones incluyeron, en distintos niveles de profundidad, temas sociales, culturales, económicos y políticos relacionados a los bosques.
Todo muy interesante, sin embargo, desde mi perspectiva, no se hizo mayor hincapié al tema económico y la promoción de mercados justos, sostenibles y sin distorsiones. Los importadores de madera tropical adquieren la madera a precios que no incluyen los costos de la pérdida de los servicios ambientales que se afectan por la extracción, ni los costos sociales generados en el proceso, a pesar de reconocer su importancia.
Al no valorar los bosques en toda su dimensión se generan distorsiones que llevan a la destrucción de la Amazonía. Es preferible disminuir la exportación de madera y utilizar los bosques con actividades que no los destruyan y que brinden mayores beneficios económicos a largo plazo. Ecoturismo y farmacéutica (ambas industrias mueven millones de dólares a nivel mundial), investigación científica (universidades y centros de investigación de todo el mundo pueden invertir en la Amazonía), productos no-maderables (como frutos y carne de monte para garantizar la seguridad alimentaria de nuestra población), entre otros, son opciones que perfectamente nos harían más ricos manteniendo nuestros bosques en pie.
Cambiar esto requiere decisión política. Modificar la legislación para incluir los costos reales de nuestros bosques y la madera que producen. Si exportamos y vendemos madera de nuestra Amazonía, exijamos pagos por el valor real del bosque y por los costos de oportunidad perdidos para otras actividades. Mientras las discusiones no se centren en el tema de mercados justos, continuaremos subvencionando el actual mercado internacional, estaremos despilfarrando nuestra riqueza natural, destruyendo nuestros bosques y manteniendo a nuestra población indígena amazónica en la extrema pobreza.