¿CONOCEMOS LOS ALCANCES EN EL TRATAMIENTO DE NUESTRA INFORMACIÓN?

No, en la realidad no sabemos internamente como es el manejo de nuestra información, no sabemos que hagan los operadores del mercado con nuestros datos personales y a pesar de existir la debida regulación en Colombia, lo cierto es que esta resulta teniendo lagunas dado el avance tecnológico que permite evadir, en ciertos aspectos, el pleno cumplimiento de la normatividad. Esto no implica ninguna clase de prejuzgamiento sino más bien que la sociedad conozca de algo que existe, que está ahí y que con el tiempo irá profundizando más las relaciones contractuales.

Un solo algoritmo es capaz de procesar una gran cantidad de información, tales como localización, preferencias, lo que hace y hasta el punto de saber la información crediticia de las personas o lo que piensan, esto último a través de tecnología de reconocimiento facial.

Por eso es importante la creación de un órgano global que permita jurídicamente establecer una regulación certera sobre la protección de datos con el propósito de garantizar la intimidad de las personas, organizaciones y empresas, por un lado, y la libre competencia, pues es de conocimiento amplio que en algunos países la legislación en el tratamiento de la información es más flexible, situación que es aprovechada por los particulares más fuertes para tener sus filiales en esos países y escabullir aquellas legislaciones más estrictas.

La transferencia de datos debería contar con el consentimiento informado de la persona puesto que es el deber ser en toda relación contractual, pues existen ciertos límites constitucionales que la autonomía de la voluntad privada no puede traspasar. Ahora bien, encontrar un punto de equilibrio entre el manejo del Big Data y su protección, tendrá que ir acompañada con una mediación certera que armonice su relación dado que restringir su manejo conllevaría la afectación de ciertos derechos, como por ejemplo profesiones relacionadas con el marketing y la publicidad, entre otras, vitales en el funcionamiento del mercado.

Por lo anterior es indispensable una regulación global que permita so pesar unívocamente el tratamiento de la información con el derecho a la intimidad de las personas.