Conocerse a sí mismo es el nombre del juego

Siempre tuve problemas en todos los sitios que trabajé porque no podía mencionar que yo era el que estaba detrás de las estrategias, de los contenidos, de las campañas, nada.

Era lo difícil de tener por un lado un perfil que decía groserías, se burlaba de la gente, se emborrachaba, rumbeaba y se mostraba tal cual como era y por el otro, tener a cargo las redes de marcas multinacionales.

Una cosa soy yo y otra completamente distinta es una marca comercial, que tiene su propio tono, su estilo, sus propias reglas y soy buenísimo cumpliéndolas. 

Generalmente, las empresas prefieren que la gente finja, por eso los roban porque contratan gente que solo está fingiendo algo que no es para quedar bien.

Yo no, yo soy un hpta y lo digo sin problema, no le debo nada a a nadie, no rindo cuentas, ni dependo de nadie y me funciona, siempre lo ha hecho (y tengo 36 años).

El caso es que todas esas cosas que hacía, no las pude mostrar en su momento, nadie podía saber, mi ex jefe del Ministerio TIC me hizo la vida imposible hasta que me hizo ceder mi contrato por eso, no le gustaba. Al final me hizo un favor, hoy trabajo acostado en la cama. 

Y no pienso cambiar, no sirvo para fingir. Si alguien me cae mal, se lo digo o simplemente no lo determino y ya, fin.

La libertad de hacer lo que yo quiero, cuando quiero y como quiero, no la cambio por nada, ni por nadie.

Siempre he sido tal cual como me ven, en el colegio, en la universidad, en el trabajo, en la rumba, en todos lados.

Antes de todos los que me leen en redes sociales dijeran "ay, este man es un egocéntrico", mi mamá ya me lo había dicho como 88753246875577 veces, no es nuevo, así soy desde que tengo memoria, es mi personalidad, me creo mejor que el resto.

Sé perfectamente cómo soy y me funciona. Si no lo hiciera, no sería tan güevón de llevar toda la vida haciéndolo. Cada vez que un jefe me amenazaba con echarme por ser como soy, le decía que lo hiciera, yo prefiero irme a tener que cambiar por darle gusto a alguien que es pasajero en mi vida.

Este año que ya me he tomado un poco más en serio lo que hago, me sigue funcionando, yo me invento mi propio planeta, mis propias reglas en las que, lo que hago y como lo hago, me da resultados.

El día que deje de funcionarme, dejaré de hacerlo, mientras tanto, ni por el put4s voy a cambiar mi forma de ser y menos cuando pasan estas cosas (también me las inventé):