Consejos para sobrevivir una recesión

La semana pasada el tema que inundó las redes sociales fue la información que presentó el INEGI con resultados de la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto Trimestral (PIB), que indican que en términos reales (sin considerar la inflación) el PIB tuvo un aumento del 0.1% en el trimestre abril-junio de este año respecto al trimestre anterior ajustado por la estacionalidad.

Si bien es cierto que este resultado muestra un insignificante crecimiento el dato no fue negativo como se esperaba por parte de muchos analistas. Esa es la buena noticia. La mala es que 0.1% es en términos prácticos casi cero por lo que nuestra economía, por lo menos en el trimestre anterior, estuvo estancada.

Se ha hablado mucho de una recesión técnica, pero ¿qué es una recesión? Se puede definir como una disminución generalizada de la actividad económica de un país o región durante dos periodos consecutivos en el que se disminuye el consumo, la inversión y aumenta el desempleo (o se detiene la generación de nuevos empleos). Esto generará menor disponibilidad de dinero entre la población lo que a su vez genera que las empresas disminuyan las personas contratadas porque están vendiendo menos. Empieza un círculo vicioso.

En el primer semestre de 2019 esta disminución de la actividad económica se ha centrado en la minería y en la construcción. Los mineros y albañiles suelen estar en los grupos de menores ingresos, por lo que el impacto puede ser catastrófico para ellos. Aun cuando el Gobierno Federal dice que no hay recesión sino desaceleración económica, pero entre que son peras o manzanas, anunciaron medidas por 485 mil millones de pesos para empujar la economía. Parece pato, camina como pato, grazna como pato, pues debería ser un pato ¿o no?

La semana pasada en un curso, una compañera decía que este tipo de indicadores macroeconómicos no afectan a las finanzas personales. En el muy corto plazo tal vez no, pero en el mediano y largo definitivamente sí. No quiero ser fatalista, pero creo que hay elementos suficientes para estar preparado ante una probable recesión en nuestro país. Les comparto algunos consejos para mitigar los impactos de un posible escenario adverso.

1. Busca diversificar tus ingresos. 

Los tiempos complicados hacen que nuestro instinto de sobrevivencia se ponga a trabajar, nos saca de la zona de confort. No esperes a que llegue una crisis económica para poner manos a la obra en ese proyecto que tienes desde hace mucho tiempo. No tiene que ser la gran empresa o algo que te haga decidir salirte de trabajar, pero un ingreso adicional que puedas ir reinvirtiendo es uno de los mejores consejos que te puedo dar.

2. Incrementa tu ahorro.

Durante un periodo de recesión seguramente no podrías ahorrar al mismo nivel que lo haces (si es que tienes el hábito de ahorro). Aquel dicho de ahorrar “en la época de vacas gordas” es importante tenerlo a la vista siempre. Revisa el monto que tienes en tu fondo de emergencia, asegúrate de tener recursos que cubran mínimo tres meses de tus gastos por si un recorte te afectara. La semana pasada la Reserva Federal de Estados Unidos bajó su tasa de interés para promover que los créditos sean más accesibles y la gente gasta y las empresas inviertan. En México va a empezar a pasar lo mismo, pero cuidado, no gastes si no tienes un ahorro mínimo.

3. No te olvides de tu retiro. 

El día a día nos consume. Pensar en 20 o 30 años en el futuro se ve muy lejano, pero en realidad no lo es tanto. Las épocas complicadas nos deben hacer reflexionar en nuestro retiro. Tal vez ahora te va bien, pero a tus 65 años ¿la economía estará creciendo? ¿Estará estancada? Hazle un favor a tu “yo” del futuro y no te olvides de él.

4. Revisa tu presupuesto anual y ajusta. 

¿Cómo vas en el presupuesto que hiciste? ¿Has gastado mucho más de lo que habías calculado? ¿Esos gastos extra fueron por aumento de precio, necesidad, fueron impulsivas? Tal vez ya te diste todos los lujos que debías este año, así que debes apretarte el cinturón de aquí a fin de año. ¿Estás en presupuesto? Felicidades sigue así y revisa aquellos gastos que puedas prescindir, reduce tus deudas y si lo logras ahorra más.

5. No te endeudes más y reduce tus deudas. 

Este es uno de los puntos más importantes en caso de presentarse una recesión. Si ya estás endeudado no empeores tu condición haciendo el problema más grande. Baja tu saldo insoluto lo más que puedas, en particular las tarjetas de crédito que tienen tasas variables.

¿Estarías preparado para una situación económica complicada? Si no lo estás es momento de tomar acciones. Es por ti y tu familia, no tomes más tiempo para hacer algo al respecto.

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