CONSTRUYE TU BAÑO EMOCIONAL
Vivimos en un mundo material que reconoce y comprende principalmente el cuerpo físico, para nadie es una incógnita el darse cuenta que quiere ir al baño, ni mucho menos el daño que le genera aguantar las ganas. Eliminar las toxinas del cuerpo es un proceso natural y necesario para mantener la salud corporal y de no ser así el cuerpo se intoxica y necesita ser intervenido para ser curado.
Todo esto parece muy obvio, el gran interrogante es, ¿por qué no comprendemos el cuerpo emocional de esta misma manera?, todos los días creamos emociones positivas (no buenas) y negativas (no malas) y necesitamos aprender a tomar los nutrientes y eliminar las toxinas que hemos generado. Tal como el cuerpo físico es indispensable que construyamos en nuestra vida baños emocionales, algunos han creado altares en sus casas donde diariamente dedican un tiempo para meditar o para orar, otros prefieren tener un espacio terapéutico donde son acompañados por otro que les ayuda a reconocer sus emociones y a soltarlas a través de diversas actividades, algunos tienen una rutina de ejercicio y así existen muchas maneras de evacuar todo aquello que no nos hace bien.
"¿Cuál es tu alimento emocional?"
Necesitamos ser conscientes de qué emociones estamos consumiendo diariamente y cuáles estamos contagiando a los demás. Por ejemplo, muchas personas ven hasta tres noticieros al día y no hacen nada para descargar toda esa toxicidad. Todo lo que ves, lo que escuchas, lo que percibes por cada uno de tus sentidos genera alimento emocional y es importante aprender a reconocer y darle nombre a eso que sientes.
Poner en forma este cuerpo requiere la misma atención y dedicación que el físico, necesitas una sana alimentación y digestión y hacer ejercicio que te mantenga en forma.
"Las emociones son como una alarma que te indica que hay algo que atender"
No existe un manual único y exacto, pero hay varias herramientas que pueden ayudarte con tu salud emocional:
1. Alimento emocional: Durante un día entero haz un registro de cada pequeña o grande actividad que realizas y se consciente de qué emociones te generan, e identifica cuáles son aquellas actividades que te nutren más.
2. Reconoce las emociones: Identifica constantemente la emoción que surge en ti y siéntela en el cuerpo. Fíjate si eres de los que responde con un pensamiento a un ¿cómo te sientes?, un SIENTO QUE siempre hablará de un pensamiento no de una emoción.
3. Libera las emociones: Existen muchas maneras sencillas de expresar lo que se está sintiendo, a veces basta con reconocer la emoción para que ésta se libere, también puede servir escribir, tener una conversación con una silla vacía como si el otro estuviera sentado allí, permitir su expresión en un espacio seguro y contenido, simplemente sentirla...
4. Elige tus emociones: Tú puedes elegir tu alimento emocional para cada día, adecua tus espacios y llena tu día de alimento sano. Busca canciones, frases, olores, colores, personas y cuida que todo lo que te rodee esté lleno de nutrientes para ti.
5. Contagia emociones positivas: Una vez construyas tu baño emocional donde poder descargar tus toxinas, estarás listo para tomar todo aquello que te nutre y compartirlo con tu sonrisa, tu saludo, tus palabras y cada expresión que salga de ti.
"Una persona sana emocionalmente se vuelve apetecible"
Rossy González Uribe
Psicóloga, Terapeuta, Coach
Marzo 2018