Consultoría, coaching y grupos de empresarios, ¿cuál elegir?

Consultoría, coaching y grupos de empresarios, ¿cuál elegir?

Alicia, Brenda y Elizabeth son socias hace años. Desde hace varios meses las utilidades están en cero, y no terminan de comprender si se trata de un problema de demanda, de oferta, de estar vendiendo demasiado a medida, de que Elizabeth no sabe vender, etc. La situación las ha llevado a discusiones sin fin y hasta a replantear su sociedad. Están buscando a alguien que las ayude a superar la situación. 

 

Federico siempre se guio por la intuición. En estos años no le ha ido mal, y fue aprendiendo a dirigir su empresa y liderar su crecimiento, pero no gana dinero. ¿Hay algo que no entendió de cómo dirigir un negocio? ¿O será el modelo que debe ser retrabajado? ¿Una estructura demasiado cara tal vez?

 

Alberto y Germán son socios de una empresa de servicios. No les va mal, podría irles mejor, pero lo que los trae es el alto nivel de conflictividad entre ellos, que se traslada al resto de la organización: se conocen demasiado, y saben qué punto tocar en el otro para exasperarlo. Quieren, después de tantos años, empezar a trabajar un poco menos, o ir menos a la empresa, tal vez poder trabajar a distancia, o poder emprender otros proyectos, y no pueden conversarlo en paz. ¿Tiene sentido aprender a llevarse mejor a esta altura de su vida y de la empresa? ¿Se tratará sólo de trabajar su vínculo?

 

 

Dirigir una empresa es una tarea complicada: definir un modelo de negocio, sostener un rumbo, organizar una estructura, liderar los equipos, obtener utilidades, cumplir con las normas... Si además es una tarea colectiva de socios o parientes, se agrega la dimensión vincular y la distribución de roles. Y todo esto a lo largo de años, donde todos, individuos y empresa, vamos cambiando.

 

Dirigir es un proceso continuo de aprendizaje, donde muchas veces nos vemos trabados y sentimos la necesidad de pedir ayuda. La oferta de servicios es variada y a veces confusa. Te presentamos en lo que sigue tres de los servicios más habituales, según lo que traen los posibles clientes: consultoría, coaching y grupos de pares.

 

Consultoría en general

El consultor empresarial colabora con su cliente, la empresa, a alcanzar sus objetivos y asegurar su sustentabilidad en el tiempo. A partir de una situación problemática planteada, y haciendo uso de su experiencia en situaciones similares, propone soluciones, ayuda al cliente a decidir la más apropiada y lo acompaña en su implementación.

Los saberes, conocimientos y tecnologías que el consultor posee son clave para la tarea, y así suele especializarse en alguna función de la empresa (dirección general, comercialización, finanzas, etc.). La prestación de consultoría suele tener forma de proyecto, con objetivos y plazos determinados.

 

Consultoría a empresarios

Cuando trabaja con los dueños de las empresas, la tarea del consultor abarca cuestiones tales como estrategia, modelo de negocio, gobierno de la empresa, estilo de management (es decir, la forma en que la dirige), organización, indicadores, etc.

Si se trata de varios socios o de empresas familiares, la consultoría además puede dirigirse a la distribución de los roles de cada cual, y a cuestiones de vinculación o comunicación.

 

Coaching en general

El coach trabaja con una persona, el cliente (o coachee), en su desarrollo personal y profesional, ayudándole a superar obstáculos, explotar su potencial y desarrollar las habilidades y capacidades requeridas para lograr sus objetivos. Alienta al cliente a explorar sus propias perspectivas y encontrar sus propias soluciones.

A diferencia del consultor, el coach no apela explícitamente a su experiencia o conocimientos, ni intenta explicar el porqué de una situación problemática: su foco es trabajar con el cliente para ayudarlo a alcanzar sus objetivos. Su escenario es siempre el futuro.

El cliente es el dueño del dispositivo y de lo que ocurre en el mismo; elige objetivos, temas de discusión y tiempos.

 

Coaching a empresarios

Un dueño de empresa suele enfrentarse cotidianamente a obstáculos y limitaciones cuya superación se le dificulta: relación con sus pares, proveedores o clientes, liderazgo de su propio equipo, toma de decisiones, dudas acerca de su proyección laboral. En situaciones como éstas un coach puede ser de utilidad, y el impacto positivo en la organización es comprobable.

En particular, si se trata de varios socios, el coach puede ayudar a remover obstáculos en la comunicación, percepción del otro y situaciones de cambio, trabajando fundamentalmente sobre los aspectos vinculares e interpersonales que el cliente quiera trabajar con vistas a mejorar su performance individual y la de su equipo.

 

¿Coaching o psicoterapia?

El coaching suele ser criticado como una forma light de la psicoterapia. Más allá de ejercicios profesionales no del todo correctos, son actividades cercanas y diferentes, porque la psicoterapia se enfoca en ayudar a las personas que en distintos ámbitos de su vida (personal, familiar, social, laboral) están atravesando situaciones que afectan su salud y bienestar psíquico. El psicoterapeuta es un profesional de la salud mental, ámbito en el que el coach no trabaja.

Por esto, el coach debe conducirse con cuidado y ética al abordar ciertas cuestiones en su trabajo con el cliente y eventualmente podrá sugerirle llevarlas a un tratamiento psicoterapéutico.

 

Grupos de pares

Los grupos de pares en el mundo empresarial se enfocan en compartir experiencias entre sus integrantes, empresarios en nuestro caso, y proponer soluciones a problemas que los participantes plantean.

Estos grupos, herederos de los grupos de autoayuda, funcionan como una supervisión cruzada, donde quien plantea un problema recibirá el feedback de compañeros que han atravesado situaciones similares y las han resuelto de diferentes maneras, y eventualmente recibirá sugerencias respecto de sus propias competencias para afrontar estas situaciones.

En tal sentido, dependiendo de la calidad de los participantes, del tiempo que lleve la generación de la necesaria red de confianza, y de la efectividad de un eventual facilitador, el grupo podrá generar efectos en sus integrantes similares a los producidos por la consultoría o el coaching.

 

¿Coaching, consultoría, grupos de pares?

La consultoría a empresarios hace foco en una situación problemática de la empresa que se busca resolver: modelo de negocio, forma de dirigir, organización, etc. Cuando se trata de varios socios, se agrega la dimensión de la distribución de roles y la vinculación interpersonal. Cuando se trata de parientes, se agregan los tópicos usuales de la empresa familiar, tales como la sucesión generacional.

 

El coaching a empresarios hace foco en la persona y en la búsqueda y desarrollo de los comportamientos necesarios para cumplir con los objetivos planteados. Incidentalmente, impactará sobre la empresa en tanto circunstancia donde el cliente pone en juego dichas conductas (si el cliente así lo quiere). Cuando se trata de varios socios, el foco será el conjunto de objetivos que se planteen como equipo de individuos, generalmente la mejora en su gestión de dirección.

 

Los grupos de pares hacen foco en el enriquecimiento a través del intercambio de experiencias entre personas que tienen responsabilidades y afrontan desafíos similares. Como dijimos, a veces se transitan situaciones donde los compañeros operan como consultores, brindando experiencias similares a las de quien presenta su caso, o como coaches, indagando y ayudando a superar obstáculos que se le presentan.

 

Además de ser dispositivos diferentes, el lugar en el que el profesional se coloca también hace la diferencia: el consultor trae sus experiencias a la mesa, propone soluciones y acompaña a la empresa, en cabeza del empresario, en las actividades de cambio decididas; el coach trabaja con el cliente en la definición del camino y lo acompaña en sus primeros tramos; el facilitador, si lo hay, hace emerger lo mejor para sus integrantes, a través de diferentes dinámicas de grupo.

 

¿Qué dispositivo elegir?

Nuestra sugerencia para el empresario, y es parte de nuestros primeros contactos, es que se reúna con consultores, coaches y facilitadores de grupos de pares, que relate su situación y consulte cuál sería el abordaje de cada uno, y que vea con empresarios amigos qué tipo de experiencias han atravesado y eventualmente logrado superar. La sola enunciación de su problema, dirigida a varias personas, y el feedback que vaya recibiendo de cada uno, lo irá guiando en la decisión a tomar.

 

Escrito en colaboración con Diego Bercovich

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