Control de daños

Hola, me alegra que estés aquí, el tema de hoy es retroalimentación o mejor conocido como feedback.

¿Alguien te ha dicho alguna vez que lo que haces no está bien o que deberías hacer tal o cual cosa mejor? 

O por el contrario, ¿tú has dado retro, para bien o para mal, en el entorno laboral o en alguna relación personal?

Decirle al otro lo que hace mal o debería hacer diferente es un tema escabroso… recientemente fui testigo de una reclamación masiva en un curso y eso nunca me había pasado.

Te cuento.

Hay un chat de Whatsapp del curso, primera vez para mí, y ahí mandamos las preguntas y nos damos ánimo, etc.

Es un miércoles y alguien escribe oigan, ¿no se supone que íbamos a tener más llamadas con Renata? yo había entendido que las sesiones de preguntas y respuestas eran con ella, no con Anita. 

Y empiezan a saltar los demás, si, yo también, si, esto no nos vendieron, si, yo intenté enviar mi pregunta y me dijeron que sólo en las sesiones, pero vas a la sesión y somos tantos que no alcanza el tiempo para preguntar y no sólo eso, las sesiones que están en el portal ni siquiera son las nuestras y así, más, más, más, mensaje tras mensaje, setenta y tantos mensajes y quejas y reclamos y un lío.

Y de repente, bloquean el chat, sólo los administradores pueden enviar mensajes…

Así, ya, bye, gracias por participar. 

Todas sus dudas y cometarios directamente con Roberto, al que nunca hemos visto en la vida ni sabemos si existe… que se supone era el que moderaba el chat.

Y me quedé ahí, con el mal sabor de boca, de qué onda con esto… no está bien hacerlo, no se ve profesional, desde mi punto de vista, esa no es la mejor forma de resolverlo… no sé, me quedo ahí dándole vueltas, pensando en qué hubiera hecho yo, en si estuvo bien o no, haciendo un poco de berrinche porque no quería tomar el curso, pero al final decidí que sí, en fin, en eso estoy cuando llega un mensaje de audio de Renata, oigan, esto ya se hizo un caos, yo fui muy clara en la oferta, voy a cerrar el chat, sigamos adelante, bla, bla, bla, nada tranquilizador, ni productivo, ni nada, más confusión.

Intento dejarlo, porque de verdad lo intento, pero no puedo… mi cabeza sigue atorada… dándole vueltas, tratando de resolverlo, porque eso me encanta, ya sabes, decirle al otro lo que debería hacer….

Y me acuerdo, que en el libro de John Britton de How to teach performance viene una parte de feedback y me pongo a leerla, en resumen habla de que hay tres tipos de feedback, de crecimiento personal, feedback técnico y el del desempeño de las elecciones. 

Y armo una tabla con las “quejas”, identifico el tipo de feedback que es y propongo una posible solución o lo que yo llamo, control de daños. 

En este caso la mayor parte del feedback es técnico, de cosas que no se hicieron o no se aclararon, así que las soluciones son más simples, aunque quizá esta iteración del curso ya no se beneficie de las correcciones necesarias, pero también encuentro feedback del desempeño de las elecciones, ¿qué es esto?, que se tomaron decisiones que no fueron las más adecuadas, porque los resultados no están siendo lo que los clientes esperan y por último cero feedback de crecimiento personal, lo cual es bueno, porque en un entorno laboral y en un chat público no deberían presentarse.

Entrego mi reporte (que nadie me pidió obviamente) y entonces estoy tranquila, porque sé que hice lo que tenía que hacer, que es, en lugar de agregarle más quejas a la lista, que también tengo, ponerme a reflexionar acerca de las posibles soluciones, me parece una mejor forma de utilizar nuestros recursos. 

Así que, mi invitación para ti hoy es a reflexionar un poco acerca de la principal forma en la que das retro, ¿tiene que ver con tu opinión personal acerca de lo que la otra persona hace o debería hacer? 

¿Es un  feedback técnico, es decir, tiene un objetivo y forma de medirse claros y directos? 

¿O lo que estás haciendo es sólo externar tu malestar y frustración?

Porque no puedes estar en los dos lados, o estás en el lado de las quejas o en el lado de las propuestas de solución. 

Eso es todo, seguimos. Para más recursos por favor visita Liderazgo Efectivo.