Conviértase al internacionalismo
Las cinco estrategias básicas de creación de valor agregado
En vista de la actual globalización de la economía, las pequeñas empresas lo mismo que las grandes, y las de fabricación lo mismo que las de servicio, deberán:
- Convertirse en auténticas fanáticas del internacionalismo, vendiendo a, diseñando en y probablemente también fabricando en el exterior.
- Observar fielmente los principios infalibles del éxito en el mercado internacional: persistencia, establecimiento de relaciones y aprendizaje de la cultura, cuidadosa selección de los colaboradores y dominio del sistema de distribución, descentralización y adaptación del producto a los gustos locales.
- Examinar las sociedades anónimas creadas y las distintas oportunidades de clientes de todo tipo, aunque no sólo con la esperanza de que estas asociaciones vayan a ser el sustituto de un paciente desarrollo del mercado.
El internacionalismo no es una estrategia válida únicamente para las grandes empresas. Las pequeñas empresas no sólo pueden triunfar en los mercados extranjeros sino que deben considerar las oportunidades internacionales desde sus primeros años de funcionamiento. Las operaciones internacionales deben edificarse siempre sobre la base de un paciente desarrollo de mercado y de unas relaciones comerciales satisfactorias, lo que no es algo precisamente característico de las empresas nacionales.