Protegiendo su Organización de las Amenazas Internas
Amenazas Internas y una Realidad de las Empresas Latinoamericanas
Imagina esto: estás en una reunión con el CEO, presentando los últimos resultados financieros. De repente, tu teléfono vibra. Es un correo electrónico urgente de un investigador forense. Han descubierto una brecha de seguridad masiva en nuestros sistemas. Lo más sorprendente es que el origen de la amenaza no fue un hacker externo, sino alguien de nuestro propio equipo.
¿Te suena descabellado? Lamentablemente, este tipo de historias se están volviendo cada vez más comunes. Ya no basta con protegernos de los ataques externos, los hackers que acechan desde la oscuridad. El verdadero peligro a menudo proviene de dentro de nuestras propias organizaciones.
He visto de todo en mis años como experto en seguridad: empleados descontentos que buscan venganza, agentes dobles infiltrados por la competencia, contratistas ambiciosos que ven una oportunidad de enriquecimiento fácil, e incluso empleados con habilidades técnicas que simplemente disfrutan del desafío.
Estos "enemigos internos" utilizan una variedad de tácticas para lograr sus objetivos. A veces, simplemente aprovechan el acceso que ya tienen a nuestros sistemas. Otras veces, recurren a técnicas más sofisticadas como la ingeniería social, explotando la confianza que hemos depositado en ellos.
Recuerdo un caso en el que un ingeniero de software que introdujo un código malicioso en un sistema de control industrial, causando una interrupción masiva en la producción. Y no olvidemos los casos de filtración de información confidencial a la prensa, que pueden tener consecuencias devastadoras para la reputación de una empresa.
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La buena noticia es que podemos tomar medidas para protegernos contra estas amenazas internas. Aquí te dejo algunas claves:
En conclusión la amenaza interna es real y puede ser devastadora. Pero no te desanimes. Al tomar las medidas adecuadas, podemos proteger nuestras organizaciones y garantizar la seguridad de nuestra información más valiosa.
El enemigo puede estar más cerca de lo que pensamos.