#corazonesM30: “La fuerza del corazón”

Estar atento a las señales, constituye la mejor herramienta de progreso hacia nuestro propósito de vida: sincronicidad otra vez…

El jueves pasado, recibí la carta. Un sobre plateado encima de la mesa de la oficina llamó mi atención, a la vez que se me pasaba por la cabeza la posibilidad de que fuera una invitación de boda de algún compañero/a. Con gran incertidumbre, lo abrí descuidando romperlo de cualquier manera (de lo que ahora me arrepiento) y no sé explicar la emoción que sentí al descubrir que en su interior la tarjeta contenía cuatro corazones multicolores dibujados a mano. Una carta anónima de agradecimiento por difundir un mensaje de la que soy firme creyente: “el Amor es el motor del mundo”. Me doy cuenta entonces de que soy vulnerable en las redes sociales, porque es fácil encontrarme. Muchos lo somos, pero no me importa. Soy social, en la vida real y en la virtual.

Ahora sé que ha habido otras personas que, como yo, se han interesado por estas pintadas en forma de corazón que desde hace unos meses cubren pilares y medianas de la M30. Primero solo rojos y ahora ya de todos los colores, bordeados con un perfil plateado, como el sobre…

Casualmente, hace unos días iba camino del cardiólogo, a hacerme unas pruebas. Una M30 atascada, me dio la oportunidad de fotografiar una de estas vallas forradas de “latidos” de colores. No pude evitar enseñarle la instantánea al doctor, mientras me preguntaba si tenía taquicardias, en una consulta formal y rutinaria.

“Doctor, ¡mire qué homenaje a su profesión! ¡La M30 está llena de corazones!”

 “¡Qué bonito!”, me respondió, sin más, pero en tono sincero mientras esbozaba una sonrisa. Sus enfermeras comentaron conmigo que ellas también lo habían visto, y que les parecía precioso.

Al llegar a casa esa tarde, decidí escribir en mi cuenta de Twitter: “#M30 en Madrid, llena de #amor. Quién es el autor?”

He recibido contestaciones a este tuit, en señal de apoyo, pero otras también retando a determinar si esto es #Amor, considerando que este sentimiento es algo mucho más profundo que un simple dibujo en una pared. Pero la mejor contestación ha venido en formato tradicional, en papel…

“Y si te vuelvo a ver pintar un corazón de tiza en la pared, te voy a dar una paliza por haber escrito mi nombre dentro…” Radio Futura resuena en mi cabeza, aunque sus palabras hoy posiblemente serían tildadas de tintes machistas…

Cada día que conduzco por la M30, la presencia de los corazones me provoca una sonrisa, no lo puedo evitar. Me encanta a la vista y la sensación que me produce. Cuando voy con Javi, mi marido, en el coche, me gusta poder compartir con él lo bonitos que me parecen los corazones, buscando complicidad y así darle mensajes de #Amor con este pretexto.

Mi amigo Fernando es cirujano vascular y aprendiz de mago. Los corazones tienen que ver con su vida profesional y su hobby, simbolizado por el As de corazones de la baraja francesa que justo en estos días asomaba como perfil de su Whatsapp… ¡Qué casualidad! Y le envío la misma foto en la que le comento: “Del artista anónimo de la #M30. Como tu perfil de Whatsapp”

Todo esto antes de recibir el sobre plateado… Ahora la carta es la ilustración identificativa de mi taquilla en la oficina.

Mi imaginación vuela, pensando quién es el origen de todo esto. La carta pasa de mano en mano, opinando sobre la grafología, y sacando conclusiones sobre su género, aspecto, convicciones, valores, etc… de acuerdo a su escritura y su forma de colorear.  La mayoría piensan que es una mujer… También ha habido algunos que ya le o la han metido entre rejas. ¡Qué fácil es opinar, elucubrar, etiquetar e incluso enjuiciar, incluso al que no se conoce…!

Álvaro y Jaime, mis hijos, con sus 22 y 17 años respectivamente, primero burlones, con mis declaraciones de #Amor, cada vez que sobrepasábamos con el coche un pilar del al M30 provisto de ritmo cardiaco, ahora no salen de su asombro, de cómo ha llegado hasta mis manos un manuscrito del héroe de mis sueños, valiente dibujante de latidos. Una lección de vida más: “Estad atento a las señales, abiertos a la magia, cuidadosos de las emociones, vulnerables al contacto y a la conexión, porque eso es lo que nos hace comunidad, y por tanto más fuertes”.

Y mientras escribo esto, apuesto y trabajo por implantar estos principios también en las organizaciones: cuidar y gestionar las emociones, distinguir la vulnerabilidad de la debilidad, estar abiertos a las oportunidades, ser equipo… traer un poquito de #Amor a las empresas, al fin y al cabo.

Querido #Grafiter@delAmor, ya nos estamos haciendo camisetas con tu dibujo… Dime tu talla y te hago llegar una. Dímelo por Twitter…