Coronavirus desde el Urbanismo, la Movilidad y las Relaciones Socio-Espaciales

La situación crítica a nivel mundial ha obligado a modificar la manera de vivir la ciudad. Tal es el caso de Italia, España y Francia donde salidas del hogar y desplazamientos diarios dentro de las ciudades han debido ser reducidos hasta un confinamiento casi total.

Arica, según la última Encuesta de Movilidad realizada el año 2010 –urge una actualización– presentó 568.053 viajes diarios, de los cuales el 38% corresponde a Transporte Privado con 215.674 viajes, 36% a Caminata con 206.863 viajes, 24% a Transporte Público con 133.867 viajes y 2% a Transporte No Motorizado con 11.620 viajes. 

El modelo de ciudad heredado del Movimiento Moderno de desplazamientos entre la Vivienda, el Trabajo y los lugares de Ocio, repercute en un sistema de movimientos altamente riesgosos de encuentros y fricciones entre diferentes formas de vivir la ciudad. Todo ocurriendo en el Espacio Público una infinidad de veces de manera diaria y aleatoria. 

Arica es una ciudad media, no cuenta con más de 1 millón de habitantes, lo que disminuye el riesgo de contagio, aunque no nos engañemos. Si consideramos una ida en la mañana desde el hogar al trabajo o lugar de estudio, una vuelta a la casa o a un restaurant para almorzar, luego el regreso al trabajo o lugar de estudio y finalmente el regreso al hogar en la tarde o noche, son 4 los viajes diarios que realizamos 5 días a la semana. Las interacciones socio-espaciales son infinitas. 

Un artículo del Washington Post recomienda disminuir la frecuencia en que nos movemos diariamente para bajar la tasa de contagio del Coronavirus y la velocidad de su propagación. Con medidas de restricción de la movilidad –educación y trabajo desde el hogar, disminución de reuniones y restricción de viajes– se logra aplanar la curva epidémica y una transmisión controlada reduciendo el colapso del Sistema de Salud. El distanciamiento social evitará la propagación desmedida del virus y debemos hacerlo desde ya.