CORONAVIRUS, EL VIRUS QUE MATA A LOS ABRAZOS.

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Por Blanca de la Torre Polo, escritora de contenidos.

Muchas cosas han cambiado desde que el hombre es hombre. Si pudiésemos recrearlo como en la película de la Máquina del Tiempo, donde el protagonista va viendo cómo pasan cientos y cientos de años a su alrededor en cuestión de segundos, seríamos partícipes de la gran evolución humana.

Para qué contar todos los avances conseguidos; los inventos, la tecnología, nuestra forma de ver el mundo, incluso. Pero, hoy, en mitad de algo que no se cómo llamarlo, que se extiende por el mundo dejando a su paso miedo e incertidumbre, detecto un paso atrás y me provoca un escalofrío. Y no me refiero al papelón que estamos haciendo, arrasando los supermercados, llenando los carros de egoísmo y poco sentido común.

Así, no hacemos nada, humanos. Nuestra fuerza reside en la manada, como ocurre con casi todos los depredadores del mundo. Paradojas de la vida, ahí reside el obstáculo: el covip-19 crece con el grupo, con los abrazos y besos, con lo que nos marca como personas. Se me hace raro estar alejada, saludaros con el codo, tirar un beso al aire, no estrechar vuestras manos.

Pero, podemos ser una mente colectiva, como hacen las abejas sin abrazarse, ni ir de fiesta; responsabilizarnos todos de la supervivencia del panal. Preservar la salud de los otros, es también salvar la nuestra.

Para aquel que le interese: es momento de ser valientes, generosos e inteligentes. Es momento de sacar lo mejor de nosotros y nosotras (hoy no te enfades conmigo, RAE) y afrontar esto como lo que somos.

¿Esperas que te diga lo que eres?

Tú ya lo sabes.


Blanca de la Torre Polo ©



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