Coronavirus: ¿Una oportunidad para replantear la educación?
Es bien sabido que en tiempos de crisis el ser humano se ve obligado a superarse y buscar métodos más eficaces para realizar las tareas del día a día. La crisis sanitaria y social, que se deriva de la ya declarada pandemia del COVID-19, no es la excepción. Puede que se esté generando un efecto previamente inesperado, ¿será esta pandemia el principio de la revolución del e-learning (o educación a distancia)? Hay tres razones por las cuales creer que así puede ser.
Masividad
El fácil contagio de esta enfermedad, sumado a la paranoia, ha llevado al cierre de escuelas, liceos y universidades. Incluso ha derivado en que los gobiernos exijan que se comience a dictar clases a distancia. El primer resultado de esto es una forzada masividad. Por primera vez en la historia, un público muy amplio debe utilizar esta metodología y podrán aprovechar sus beneficios. Entre otras ventajas, estudios demuestran que un uso activo de la tecnología para aprender promueve la creatividad y habilidades de resolución de problemas (The Guardian, 2018) . Las plataformas educativas se deben, ahora, adaptar para distintos públicos y estos se deberán capacitar en su uso. Las plataformas ya no solo alcanzarán a la minoría que optaba por esta manera de aprender, sino que a toda la población, por lo que será necesario un diseño que esté adaptado y al alcance a todos. Este diseño, quedará luego de terminada la pandemia, universalizando el e-learning.
Inclusión de detractores
Todos los residentes de las ciudades “en cuarentena” que estudien deben educarse a través de sus dispositivos electrónicos. A quienes les guste el método y los que no también, porque es la única manera de poder continuar el aprendizaje. Sin dudas habrá una experimentación forzada de los más resistentes a este cambio del paradigma educativo. Les dará la oportunidad de conocerlo y adoptarlo si así lo desean. En el futuro cercano, no solamente los que ya lo utilizaban, sino que estos nuevos usuarios, se sumarán al público de la educación a distancia. Podrán incluso promoverlo o enseñar por ahí. No se debe olvidar que los educadores también serán parte de esta revolución, por lo que ellos también podrán incorporarlo para dar sus lecciones.
Testeo a gran escala
Por último, esta masividad e incorporación de nuevos usuarios llevará un testeo a gran escala. El diario americano New York Times establecía al 4 de marzo que había 300 millones de estudiantes sin asistir a centros educativos y estudiando en sus casas (New York Times, 2020). Muchas personas que no eran usuarios recurrentes encontrarán errores y mejoras posibles llevando a un aumento de la efectividad y eficiencia del e-learning. Este se adaptará y se desarrollarán nichos para intentar satisfacer incluso al público más conservador y detractor. Es probable que haya un desarrollo de las plataformas adaptado a todos los tipos de usuarios.
La pandemia está teniendo sin dudas consecuencias devastadoras para mercados y la sociedad toda. Pero cabe también pensar en los efectos paralelos que pueden tener estas situaciones extremas. Este podría ser uno, revolucionando el e-learning, para aumentar las oportunidades de una educación de calidad para todos, sin perjuicio de donde hayan nacido o no vivan cerca de una institución educativa de calidad. Este análisis tiene muchos puntos extrapolables al trabajo remoto, pero ese es un asunto que merece un análisis particular.
Fuentes:
Ingeniera especializada en creatividad e innovación. Master en Creación Literaria.
4 añosConciso y profundo. Para reflexionar sobre la situación mundial y nuestra vulnerabilidad. Felicitaciones 👏