Coronavirus y productividad laboral

Y finalmente estamos siendo testigos de una pandemia, CORONAVIRUS, que afecta todas las dimensiones de la vida del ser humano, en todo las latitudes, sin distingo de raza, sexo, filiación política, religiosa o de idioma.

Veo los reportajes mundiales, las decisiones que toman nuestros líderes y es inevitable no reflexionar un poco sobre cómo afectará el entorno de cada uno de nosotros.

Si ustedes leen esto, es posible que puedan tener una situación similar a la mía:

Escribir desde un computador portátil en mi casa, en donde tengo teléfono para ubicar mis compañeros de trabajo y clientes y acceso a internet de calidad.

Con las primeras medidas de permanecer en la casa obligatoriamente (Aislamiento social para evitar el contagio), es momento de retarnos como profesionales a la figura del Teletrabajo y saber si estamos preparados o no para que nuestra productividad laboral no se vea afectada.

No es un secreto que esta modalidad, permite incrementar la disponibilidad para asumir responsabilidades familiares, que viene del ahorro en el tiempo de desplazamiento entre casa y oficina.

Por ejemplo, si en promedio usted destina 2 horas diarias en el desplazamiento de su casa a su lugar de trabajo, al cabo de un mes gasta aproximadamente 40 horas. Al acogerse a la figura del teletrabajo e ir solo 1 vez a su oficina, se estaría ahorrando más de 30 horas productivas al mes. Vale mucho la pena el ejercicio.

Sin embargo, la realidad de nuestro entorno, muestra que se toma con ligereza este modelo y que la figura se pervierte irresponsablemente generando inconformidades entre colegas, colaboradores y nuestras organizaciones que son las que finalmente abren la puerta a estas nuevas modalidades de trabajo.

Así que si usted por la coyuntura actual, es forzado a permanecer en casa y experimentar esta figura, desde mi experiencia lo invito a pensar en estos detalles:

• Usted no está de vacaciones. Mantenga su rutina laboral sin cambio. Levántese a las mismas horas y arréglese como es su costumbre. Esto le ayuda a dejar su mente en disposición laboral y estar preparado en caso de una teleconferencia.
• Disponga un espacio de su casa tranquilo y cómodo para que sea su lugar de trabajo. Si requiere estar conectado con videollamadas, tenga presente lo que se ve a sus espaldas y esté acorde con la imagen que usted quiere proyectar.
• Póngase objetivos y defina los tiempos límites de trabajo. Adapte su rutina laboral a su rutina familiar de tal manera que concilien lo mejor posible y disfrute ambos espacios.

Si una persona teletrabaja dos días a la semana, está ahorrando en promedio 13 días al año en tiempo. Ese tiempo que que ahorra diariamente son horas que le pertenecen al teletrabajador para destinarlas a su vida personal. Aprovéchelas.

• Teletrabajar significa un cambio de vida no solo para el trabajador, sino para su familia o para las personas con quienes convive. Involúcrelas en este cambio activamente.

Finalmente, estar conectado, contestar las llamadas, cumplir con las entregas, responder los correos y mantener el contacto con los jefes y compañeros es el síntoma de que usted esta preparado para seguir con esta modalidad.

No desfallezca en el intento de incrementar su productividad y mejorar su balance familia-trabajo.