Crecimiento empresarial: ¿Qué es y por qué es importante?

Crecimiento empresarial: ¿Qué es y por qué es importante?

En la vida de cualquier empresa es sumamente importante el crecimiento y la planeación que se tiene para lograr el mismo. La meta de cualquier empresario es convertirse en un  referente dentro del sector en el que se desarrolla, pero en ocasiones no tenemos presente la importancia de sentar las bases para que el crecimiento se logre de forma sana para la empresa, logrando la adquisición de nuevos clientes, talento, o financiamiento relevante para nuestros procesos de producción. 

La definición más exacta que puede tener el crecimiento empresarial, es cuando la compañía implementa procesos para mejorar sus estrategias y alcanzar el éxito en determinados aspectos, según sus necesidades u objetivos actuales. Este crecimiento puede lograrse a través del aumento de ingresos por un mayor volumen de ventas o de sus servicios. 

La importancia del crecimiento empresarial radica principalmente en el aprovechamiento de oportunidades y la obtención de múltiples beneficios, como expansión de productos o servicios a otros territorios o nuevos puntos de venta, respuestas adecuadas a las demandas del mercado, aumento de la participación en el sector, capitalización de marca y estímulo hacia la innovación para destacar de competidores. 

Tomando en cuenta lo anterior podemos clasificar el crecimiento empresarial en dos categorías: orgánico y externo. Esta clasificación es útil para conocer el punto en el que se encuentra la empresa y realizar la planeación estratégica adecuada para impulsar el crecimiento, o para llevar el proyecto a un punto de madurez adecuado para buscar nuevas alternativas de negocio. 

Cuando hablamos de crecimiento orgánico nos referimos a uno de los más básicos en el mundo empresarial. Podemos observar diversas combinaciones de estrategias que alienten a construir un proyecto más grande. Un claro ejemplo de este modelo es cuando agregamos nuevos canales de distribución o de venta a un producto nuevo con el fin de aumentar su vertical y que esto se refleje en una base de clientes actual. 

En este punto podemos obtener mejores resultados cuando se efectúa mediante un aumento de financiamiento por parte de accionistas. Este tipo de crecimiento es funcional y práctico, una desventaja es que, al ser más tardado, le da oportunidad a los competidores de ampliar sus ventajas competitivas y posicionarse mejor. 

El modelo de crecimiento empresarial externo es a largo plazo e implica fusiones y adquisiciones. Se presenta cuando las empresas han llegado al límite de su crecimiento empresarial orgánico, y por ello requieren expandirse y llegar a nuevos mercados, es aquí donde vemos que muchas empresas recurren a la creación de nuevos productos o servicios para ampliar el mercado al que están dirigidos.

Al ser un crecimiento más acelerado, en la mayoría de las empresas se lleva a cabo mediante la búsqueda de financiación externa o adquisiciones, con el fin de lograr el ritmo deseado que se planeó con anticipación. Sin embargo, se corre el riesgo de que la empresa pueda quedar en manos de accionistas u otra organización. No obstante, permite un crecimiento mucho más rápido que el modelo orgánico. 

Y aunque es un modelo de crecimiento muy funcional, el hecho de compartir acciones y porcentajes con una contraparte puede generar diferencias de tipo cultural y organizativo, desacuerdos en procesos o tácticas o el aumento en la complejidad de la gestión de recursos humanos. 

El modelo de crecimiento que se aplique a la empresa tiene que ser proporcional al punto en el que se encuentre y la proyección que se tenga en el momento que sea realiza la planeación estratégica, es importante no perder de vista que sin una correcta metodología puede complicarse la expansión de mercado o la obtención de nuevos clientes.

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