“No creemos que la buena Arquitectura sea una excepción”
“La buena Arquitectura cumple tres objetivos esenciales: función, estructura y estética”
Jesús Cañada
A54 arquitectos es un estudio de arquitectura, con oficina en Bilbao, formado por Marina Durán, Eugenio de la Torre y Fernando Ortega. En el estudio trabajan también otras tres personas, todas ellas arquitectos (Borja, Gorka y Maider), y colaboran externamente con otros equipos de grandes profesionales (ingenieros, aparejadores, urbanistas, etc..).
Su trayectoria como sociedad arranca en 2006. Tiempo en el que han realizado trabajos en diferentes ámbitos geográficos, desde lo local hasta lo internacional manteniendo siempre un mismo objetivo: la satisfacción del cliente realizando una arquitectura de calidad, responsable y proporcionada.
–¿Cómo se forma el estudio A54 arquitectos? ¿Eran amigos o compañeros durante la carrera?
–Fernando: Los tres hemos estudiado en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, pero en diferentes años. Marina y yo nos conocimos en IDOM, donde trabajamos juntos. Al salir de IDOM le llamé para colaborar en un proyecto. Fue en 2006, entonces en pleno boom de la construcción. Y, casi por casualidad, nos encontramos con Eugenio, con quien nos unía una buena amistad.
Eugenio: En el primer año, en plena explosión inmobiliaria, nos subcontrataron de otros estudios, y pronto nos encontramos con mucha carga de trabajo. Fuimos cinco socios, y arrancamos de forma precaria, creciendo muy rápido. Esto nos llevó a montar la sociedad e invertir.
–¿Cómo se articula el trabajo en un equipo con varios líderes?
–Marina: Un equipo con varios líderes tiene su complejidad, y por eso desde el principio establecimos unas normas y unos roles que se han ido puliendo y matizando con el tiempo. En el origen, todos, tratábamos de hacer de todo, pero el tiempo nos ha ido enseñando dónde puede cada uno explotar mejor sus capacidades para conseguir así el mayor beneficio para nuestra empresa.
–¿Participan en concursos habitualmente? ¿Cuál es su opinión sobre los mismos? ¿Podrían mejorar?
–F: Hemos participado en muchos concursos y seguimos haciéndolo. Nos parece una fuente de trabajo ideal para poder hacer obras de gran envergadura. De hecho, hasta ahora, ha sido uno de los motores más importantes de nuestra actividad. Si bien, cada vez es más complejo acertar, porque la mitad de la puntuación suele estar en la oferta económica, y esto, a veces, se convierte en una lotería. Invertimos mucho tiempo y dinero y, el 90% de las veces, no lo recuperamos.
M: Lo ideal sería seguir el modelo europeo donde se hace una primera selección en función de la capacitación profesional, y una segunda según la remuneración. Eso sería más justo y menos dañino para la economía de los estudios de arquitectura.
–¿Qué opinan de las expectativas muchas veces pesimistas que parecen cernirse sobre la profesión de arquitecto?
–E: Ciertamente estamos a merced de la situación económica de los países, a merced de las políticas de créditos.., y continuamente sometidos por nuevas normativas. La situación económica repercute en que haya trabajo, la política de créditos en que exista financiación.., y la proliferación de nuevas normativas provoca que incurramos en nuevos gastos y en nuevas responsabilidades, sin que se vean incrementados nuestros honorarios. Esta es una visión pesimista, pero también es real.
M: La situación nos ha obligado a ser más versátiles, más camaleones y esa facultad nos permite después, en épocas mejores, atender los encargos con mayor preparación. Debemos recuperar el prestigio de la profesión de arquitecto, tan desvirtuada los últimos años. Es un deber y una necesidad.
–¿La buena Arquitectura es una excepción entre la generalidad de los edificios construidos?
–E: Hay muchas limitaciones que condicionan el resultado final en las obras de Arquitectura. Nuestro reto es dar grandes respuestas a esas limitaciones. No creemos que la buena Arquitectura sea una excepción, lo que pasa es que a veces es difícil leer desde fuera el trabajo que subyace detrás.
M: ...¿y qué define la buena arquitectura?.., aquella que cumple eficazmente tres objetivos esenciales: función, estructura y estética.
–¿No creen que todavía se echa en falta en nuestras ciudades una mayor calidad en el espacio urbano?
–E: Siempre se puede mejorar. Pero también hay que ver de dónde venimos. Se ha avanzado extraordinariamente en el planteamiento urbano desde el punto de vista del peatón, de la accesibilidad... pero queda mucho por hacer en los barrios, mucho que mejorar.
–M: Hay mucho que mejorar... y esto viene derivado de la crisis, de los cambios en la sociedad, en sus horarios, en los modelos de turismo... Una ciudad como Bilbao, de gran calidad, aún puede mejorar para ser ejemplo de ciudad segura, accesible, activa... Y en ese camino el arquitecto tiene mucho que decir.
–¿Qué retos tiene la Arquitectura en el siglo XXI?
–F: Tenemos que invertir la percepción que se tiene de nosotros, explicar nuestra función. Pero también tenemos que ser muy conscientes de lo que pasa en la sociedad. En nuestros trabajos siempre buscamos principios de economía. Hoy en día no puede entenderse el arquitecto como alguien que ejerce el capricho. La mayor parte de las veces manejamos el dinero de otros, y muchas veces capital público. Por eso nuestra preocupación debe buscar un equilibrio entre la mejor función y la proporcionalidad económica. E intentar siempre acercarnos a la belleza.
–¿Quiénes son los arquitectos que despiertan su interés?
–F: Yo, en particular, me fijo en la arquitectura portuguesa, suiza, nórdica..., no tanto en arquitectos concretos. Igual estoy un poco desfasado pero siempre me sorprenden Herzog and de Meuron, Souto de Moura, Jean Nouvel, Pawson. Me gusta más fijarme en la arquitectura de escala pequeña que en la megaloarquitectura.
M: Me emociona la Arquitectura que resalta la nobleza de los materiales, la arquitectura que prioriza el lugar, el uso, el usuario... admiro la arquitectura “nórdica”, coincido con Fernando en destacar las obras de Herzog y de Meuron, y me vienen a la memoria obras de autores como Coderch, Neutra o Aalto, que me acompañaron en los años de Universidad y siguen siendo referencia para mí.
Hoy accedemos a través de internet a mucha arquitectura fácilmente y con rapidez: Instagram, plataforma arquitectura... nos enseñan lo que se está diseñando y construyendo en todo el mundo en tiempo real. Esta inmediatez y el exceso de información prioriza el “qué” y no “quién”. Un motivo para la reflexión.
–¿Qué obras de Arquitectura destacarían en Bilbao y en Bizkaia, y por qué motivos?
–E: El Metro (línea 1), sin duda es una de las grandes obras de Bilbao, por lo que supuso para la ciudad y por la calidad de su diseño en todos los aspectos.
M: Obviando el poder del Guggenheim dentro de la reestructuración de Bilbao, destaco la Rehabilitación de La Alhóndiga. Un edificio que se incorpora con éxito a la vida de la ciudad. Una respuesta formal y funcional que, respetando la esencia del edificio original, resuelve una apuesta de futuro.
F: Estamos expectantes por ver el resultado de Zorrotzaurre, y las oportunidades que pueda darnos a los arquitectos locales.