CRISIS: ¿Cómo encontrar nuestro camino al éxito?

Hace muchos años, Darwin afirmó que la clave para la sobrevivencia de la especie humana, era la capacidad de aprender y adaptarse.

Si analizamos los principales avances de nuestra historia, nos damos cuenta que todos ellos implicaron un proceso de descubrimiento, que pasaron en su momento por el proceso de prueba y error.

La era agraria duró unos 10,000 años, la era industrial 200, la era de la información 50 y hoy la era conceptual que estamos viviendo tiene apenas 20 años. Podemos resumir este desarrollo en una palabra: “aceleración”.

Tenemos el desafío de hacer frente a este proceso creciente de cambio. Virginia Rometty, ex CEO IBM, indicó que “la capacidad más importante que puede tener una persona, es su capacidad de aprender”. ¿Se trata de un desafío complicado?

Hoy nos encontramos viviendo una crisis global muy compleja. Se trata de la “tormenta perfecta”. Tenemos una crisis sanitaria, económica, social y política de gran impacto y es allí donde seguramente todos los días nos hacemos una pregunta. ¿Qué puedo hacer yo? ¿Seré una víctima más de la crisis?

En momentos de crisis nuestra capacidad de aprender rápidamente, se convierte en el factor principal de éxito y en muchas ocasiones, de nuestra supervivencia. Sin embargo, las técnicas de aprendizaje que apliquemos deben coincidir con la situación que estamos enfrentando. En otras palabras, debemos aprender estratégicamente.

Rita Gunther McGrath, profesora de Estrategia de Columbia Business School, indica que las crisis se dividen en dos prototipos básicos. Las crisis episódicas y las crisis emergentes y que cada una exige métodos de aprendizaje distintos.

Crisis Episódicas

Son eventos repentinos, catastróficos y de corta duración. Por ejemplo: desastres naturales, terremotos o el ataque terrorista a las torres gemelas en EEUU del 11 de setiembre.

La principal forma de aprendizaje requerida en estas situaciones es la Revisión Posterior a la Acción (AAR). Es una metodología simple pero poderosa, que responde a estas preguntas: ¿Qué estaba destinado a suceder? ¿Qué fue lo que realmente pasó? ¿Por qué sucedió? ¿Cómo podemos evitar que vuelva a suceder?

Japón ha aprendido sistemáticamente de una larga historia de terremotos y ha ideado métodos creativos para construir rascacielos  "a prueba de terremotos" que han salvado miles de vidas.

Otro ejemplo es la industria aeronáutica. Cada vez que hay un accidente aéreo, la aviación se vuelve más segura. La industria es implacable en su búsqueda por identificar las causas fundamentales de las fallas. Una vez que se completa el diagnóstico, el aprendizaje se comparte rápidamente en toda la industria. Las estadísticas sobre seguridad aérea indican el éxito de este enfoque. En 1959 hubo 40 accidentes fatales por millón de salidas en los EE. UU. Hoy en día, hay 0,1 por millón, a pesar del enorme aumento del tráfico aéreo.

Toda organización puede dominar el método AAR de aprender de sus éxitos y fracasos. Después de todo, así es como aprende la ciencia. La tarea siempre es asegurar que el valor del aprendizaje sea mayor que el costo de los errores.

Crisis emergentes

Estas crisis implican un flujo incesante de daños cada vez mayores, donde tanto la causa como las soluciones son inciertas y donde no hay un punto final claro. La pandemia actual es un buen ejemplo. Las crisis emergentes difieren de las crisis episódicas en aspectos fundamentales y requieren un tipo de aprendizaje totalmente diferente.

El desafío en estos casos es tomar decisiones rápidas en un entorno en rápido movimiento, con información incompleta. Si el crecimiento de la crisis supera nuestra capacidad de adaptación, se produciría el caos. Esto exige un proceso de aprendizaje dinámico y una revisión continua a medida que se desarrollan los eventos.

¿Cómo aprendo en medio de la crisis?

 Enfoca el desafío

El trampolín para el aprendizaje compartido es enmarcar el desafío de una manera clara y honesta, de modo que todos puedan entender la naturaleza del problema y “la razón por la cual” se tomarán las difíciles decisiones que vendrán. Las metáforas y los ejemplos vividos ayudan a simplificar los problemas.

Crea un sistema de medición dinámico

Para navegar con éxito en una crisis que avanza rápidamente, nuestros métodos de aprendizaje deben incluir un proceso de evaluación y reevaluación continuas. Estos ciclos de aprendizaje iterativo nos ayudan a interpretar los cambios en curso y calibrar nuestras decisiones en tiempo real. El objetivo es adaptarse a las nuevas circunstancias a medida que surgen. Este tipo de aprendizaje rápido está impulsado por un sistema de medición que tiene los siguientes atributos:

Es selectivo

La medición realiza dos funciones esenciales: comunica a todos lo que es importante; y rastrea el progreso. Los buenos sistemas de medición son muy selectivos. Se concentran en los cuatro o cinco impulsores críticos del rendimiento. Medir todo es una declaración de confusión, una aceptación de que no sabemos qué es lo importante. Piense en los indicadores de la cabina de un avión. Hay espacio limitado. La clave es seleccionar las medidas críticas de desempeño que el piloto puede absorber de un vistazo. Colocar demasiados indicadores en la cabina y confundirá al piloto y pondrá en peligro a los pasajeros.

Es simple y consistente

Las buenas medidas tienen sentido para la gente común y se convierten en una fuente de aprendizaje para ellos. La consistencia asegura que siempre estemos comparando lo similar con lo similar. Cambiar constantemente lo que medimos no solo provoca desorientación, sino que despierta sospechas de que podemos estar practicando el engaño.

Realiza un seguimiento de los indicadores adelantados y rezagados

Los  indicadores adelantados son nuestro sistema de alerta temprana. Los indicadores rezagados miran hacia atrás y nos dicen cómo nos hemos desempeñado.

Mide tendencias, no instantáneas

Las instantáneas no nos dicen nada. No son comparativos. Una descripción gráfica de una tendencia puede mostrarnos de un vistazo si vamos en la dirección correcta o incorrecta. Las tendencias cuentan una historia, revelan la necesidad de actuar y subrayan la urgencia de las iniciativas propuestas. Ayudan a todos a sentirse parte del viaje.

Desagrega los datos

Los datos agregados no proporcionan más que un promedio, y los promedios solo tienen un papel en la vida: disfrazar la verdad. Además, es imposible gestionar un promedio. Solo podemos administrar sus componentes, y luego el promedio se moverá.

Estamos sufriendo los impactos de una pandemia que causará ineludiblemente un inmenso daño económico y sanitario. Sin embargo, nos hemos visto obligados a inventar nuevas e ingeniosas formas de hacer las cosas. El trabajo a distancia, la telemedicina, el comercio electrónico, la educación virtual, reuniones sociales virtuales. Muchos de estos beneficios perdurarán y nos servirán en gran medida en el futuro.

Es muy importante que aprendamos rápido y nos adaptemos estratégicamente a las situaciones y para eso necesitamos un camino a seguir. ¿Estás listo para recorrerlo?