Cruzando el Umbral: La Humanidad al Final de la Luz
Se cumplen mil y un días de la guerra en Ucrania, pero si lo miramos desde otra perspectiva, es en realidad la Guerra de Occidente. Ni los ciudadanos ucranianos ni el Estado ruso desean continuar con este conflicto.
Según la consultora internacional Gallup, más del 50% de los ucranianos desean que la guerra termine, anhelan una negociación de paz, incluso si eso implica ceder el 20% de su territorio a Rusia. Por otro lado, Rusia ha expresado su disposición para firmar la paz bajo sus propios términos, pero son los ingleses, franceses, alemanes, polacos, estadounidenses, entre otros, quienes no quieren la paz. Ellos desean ver caer a Rusia y, después, enfrentarse a China, siempre acostumbrados a hacer "cargamontón". Sin embargo, sus estrategias pueden resultarles sumamente costosas.
Ayer, Biden autorizó el lanzamiento de misiles de largo alcance sobre territorio ruso, y hoy lo hacen los ingleses. Literalmente, Rusia está siendo atacada no solo de manera indirecta, sino directamente por Estados Unidos y el Reino Unido. Es probable que otros países aliados sigan su ejemplo. La soberanía rusa está ahora en juego, y Putin debe tomar decisiones estratégicas con infinita paciencia y sabiduría.
Putin enfrenta una enorme presión. Estos ataques, bajo la nueva doctrina nuclear rusa, significan que Rusia podría declarar oficialmente a estos países como enemigos y utilizar armamento nuclear táctico y estratégico para mitigar estas amenazas. Estamos hablando de una posible escalada hacia una guerra nuclear, con las consecuencias catastróficas que todos conocemos.
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Biden, como todo buen perdedor, se va con más penas que gloria, pero, dado que está a tan solo dos meses de dejar el poder, parece querer dejarle una "sorpresita" a Trump. Quiere dejar una guerra abierta, aunque eso implique el fin de la humanidad. Ningún presidente estadounidense permanecería de brazos cruzados ante un ataque en su territorio, ¿pero por qué Rusia debería permitirlo?
Trump, a punto de asumir su mandato, ha prometido poner fin a la guerra en Ucrania, aunque eso signifique enfrentarse abiertamente con el complejo militar-industrial y el sector financiero (BlackRock). Al parecer, en su segundo mandato entrará con más determinación y herramientas para contener a las mafias que gobiernan discretamente su país, lo que representa una gran esperanza para el mundo.
La tensión que vivimos ahora ha superado incluso la de la crisis de los misiles cubanos. Estas semanas serán cruciales para superar este oscuro abismo en el que las élites políticas y corporativas occidentales han empujado a la humanidad.
Es probable que las relaciones entre Trump y Putin sean mucho mejores esta vez, pero es urgente destituir a Biden o, al menos, retirarle la capacidad de tomar decisiones en política exterior lo antes posible.