¿Cuál será el próximo paso en el desarrollo de la Telemedicina en 2021?

Parece una evidencia que uno de los pocos efectos positivos de la pandemia de la #COVID19 ha sido la extensión del uso de soluciones de #SaludDigital, #Videoconsulta y #Telemedicina. La necesidad ha obligado a quemar etapas y a eliminar miedos y prevenciones tanto en los profesionales como de los pacientes.

El complicado año que vivimos en 2020 incentivó la adopción generalizada de consultas basadas en video en la sanidad privada y aumentó el uso de la e-consulta en algunos Servicios Regionales de Salud como Andalucía, Murcia y Cataluña. Ahora el ecosistema sanitario tiene la oportunidad de mantener el impulso y hacer crecer la escala de estos sistemas de atención virtual. ¿Qué organización será la primera que lo consiga en España?

Afortunadamente, cada día se desarrollan más y mejores soluciones de salud digital con la propuesta de expandir la funcionalidad de las plataformas médicas y de cuidados, ampliando los casos de uso para más enfermedades y desde diferentes dispositivos asistenciales.

Esta oportunidad debería estimular ampliar las funciones de las videoconsultas aprovechando la inteligencia artificial y las herramientas de procesamiento del lenguaje natural para incorporar funciones de triaje, soporte de diagnóstico y mejoras en el proceso de flujo de trabajo para que el personal asistencial (enfermería y medicina) puedan enfocar su tiempo en la atención al paciente y no en tareas burocráticas de menor valor. En otros países, también se valora la posibilidad de utilizar el canal de vídeo para desarrollar comunicaciones de un asistencial a un colectivo de pacientes para desarrollar sesiones de formación de buenas prácticas o para mejorar la adherencia a tratamientos.

Una segunda posibilidad de expansión es la incorporación de otros dispositivos a la videoconsulta que permitan la monitorización remota y ciertas pruebas de diagnóstico en el hogar. Esto facilitaría a los proveedores clínicos brindar una atención virtual a pacientes con afecciones más complejas y crónicas. Cardiología, dermatología, digestivo, psiquiatría podrían ser especialidades que se beneficiaran de estas nuevas plataformas.

Un tercer campo de crecimiento es llevar estas soluciones de atención virtual fuera del ámbito tradicional sanitario e introducirlas para ofrecer atención preventiva y proactiva en otras localizaciones. ¿Por qué no en gimnasios, farmacias, centros comunitarios, centros de atención social, centros educativos? ¿Por qué no en residencias para personas mayores dependientes? Cuando se trata de aumentar las capacidades médico-asistenciales de los geriátricos no toda la atención debe ser presencial.

No hay duda de que 2020 fue transformador para las capacidades de Salud Digital y Telemedicina y que estas soluciones nos han ayudado a gestionar mejor la asistencia sanitaria durante la pandemia. Ahora es el momento de que dichos modelos se consoliden y expandan para satisfacer una demanda que no parará de crecer.