¿Cuál será tu contribución?
El doctor Wayne Dyer, decía en uno de los afamados programas: ¨cuando el hombre es lo que hace o lo que tiene, y deja de hacerlo… o pierde todo lo que tiene, ¿Qué Es?¨ Esa pregunta resuena también en el pensamiento de Eric Fromm en Del tener al Ser. ¨LA ALTERNATIVA entre tener que se opone a ser, no atrae al sentido común. Parece que tener es una función normal de la vida: para vivir, debemos tener cosas. Además, debemos tenerlas para gozarlas. En una cultura cuya meta suprema es tener (cada vez más), y en la que se puede decir de alguien que "vale un millón de dólares", ¿cómo puede haber una alternativa entre tener y ser? Al contrario, parece que la misma esencia de ser consiste en tener; y si el individuo no tiene nada, no es nadie.¨ Estas cuestiones refieren a nuestra necesidad de regresar a la capacidad intrínseca de valorar nuestros talentos y capacidades individuales en favor de los otros y según Covey y Colosimo también en favor de las organizaciones.
Hoy en día es cada vez más común, encontrar empresas que hacen uso de herramientas mayoritariamente de corte psicológico para ayudar a sus colaboradores a descubrir sus virtudes y capacidades. ¿Para qué? Innegablemente para poder sacar beneficio de ellas. Cuando el colaborador aporta a la organización desde sus fortalezas, se motiva fácilmente (desde adentro la única motivación que existe), es autocritico de su desempeño, se identifica y en general hace lo SUYO mejor. No debería ser tan complicado, incluso se puede fácilmente escuchar a alguien que cuestione si de verdad otro tiene que recordarnos en lo que somos realmente buenos; el ambiente de ajetreo y competencia de las organizaciones y en general de la sociedad, nos hace más propensos a compararnos en lugar de conocernos. Al leer a Covey y Colosimo en Cómo construir la carrera de su vida, nos proponen bajo el apartado de Cuál será su contribución, tres elementos que favorecen la necesidad de reconocer nuestras virtudes, nos animan a descubrir nuestra causa y a ofrecer lo mejor de nosotros.
Hay que tener presente algo, esta idea de valorar mis fortalezas, encontrar ese ¨propósito¨ y operar a partir de mi mejor contribución no es nueva como ¨teoría¨, es el trabajo de muchos otros autores (Carnegie, Hill, Procter, Hay, etc). Lo que si sigue teniendo esta idea, es la capacidad de presentarse a las personas una y otra vez, con alguna pequeña variación ya sea en contexto o lenguaje a lo largo de su vida productiva, como un mantra o como un fantasma.
En mi experiencia, no es sino hasta que alcanzamos cierto nivel de madurez, alejados del temor al qué dirán, protegidos del ego (ese miedo a perder), sin necesidad de ¨demostrar nada¨ en que podemos relanzar nuestra carrera, nuestro aporte real, ese que nace de la capacidad única de hacer las cosas de forma irrepetible… hacer las cosas como tan sólo YO las puedo hacer.
Llegado ese punto de la experiencia, hemos de ser capaces de reconocer sin apego ni fanatismo nuestras capacidades y la manera en que ellas aportan a los demás. Por algo el pasaje decía ¨de que sirve una lámpara para ponerla bajo una olla¨, una vez que hemos descubierto esas virtudes la pregunta que sigue es ¿Qué voy a hacer con ellas? Responder esa pregunta es Su Causa, puede que la suya de largo plazo sea altruista, benevolente, espiritual… sin embargo, ¿Cuál es su causa inmediata? Esa que responde idénticamente a lo que hará con sus virtudes hoy, en su actividad cotidiana, en su entorno cercano, en su empresa y su trabajo. Ayúdese a contestarse esas preguntas identificando necesidades en su lugar de trabajo que requieran de sus habilidades y de sus virtudes para ser resultas… por un momento no se preocupe por cuánto recibirá a cambio, piense solo en lo que usted puede aportar desde sus fortalezas. Sea parte de la solución y permita que los demás identifiquen esas virtudes y que sean ellas las que hacen el ruido por usted.
Contribuya con lo mejor que tiene, sea el que trae peso y contrapeso a las actividades de su familia, de su equipo de trabajo y de su ambiente cercano. Hágalo partiendo de sus fortalezas, cumpliendo su causa y siendo USTED, Único, Irrepetible… Yo inicie mencionando unos pensamientos de Dyer y Fromm que siempre me llenaron de buenas preguntas sobre el propósito individual y mi causa… perdón, no siempre, porque como también mencioné no siempre estuve en capacidad de entenderlo; hay que hacer un esfuerzo por SER, y sumándole el fondo del libro hay que ser LO MEJOR que podamos ser y para eso es imperativo conocer para lo que somos realmente buenos y ofrecerlo sin miedo. Yo tengo un plan de vida escrito, definido en su impacto y delimitado en el tiempo, ese plan incluye mis deseos, mis objetivos. Cada día que trabajo en él, lo hago desde mis virtudes… una de ellas es poder compartir esto con usted.
Fundadora @CONVERSATIO | Experta en Desarrollo de Equipos | Potenciando el Éxito de Líderes y Gerentes | Coach Organizacional Especializada
10 mesesInteresante este articulo, gracias por compartir. 👌