¿Cuándo ir al Psicólog@?
Es posible que pedir hora a un psicólogo/a por primera vez, sea más complejo que en un segundo o tercer momento de la vida... La primera vez pareciera que esperamos más porque pensamos "se me va a pasar", "yo no soy así", "siempre he podido resolver mis problemas", "los psicólogos son para cuando estás `realmente´ mal", y tantas otras creencias más que nos hacen posponer la decisión de buscar un terapeuta y pedir hora.
Cuando ya se ha vivido un proceso terapéutico, ya hemos aprendido a detectar las señales del momento en que sería bueno pedir ayuda, ya sabemos de qué se trata, ya bajamos las barreras de "es para otros" y conocemos sus beneficios. Tengo pacientes que incluso inician la consulta cuando identifican la llegada de un estresor: un futuro cambio de trabajo, una fecha próxima de matrimonio o una enfermedad terminal de un familiar.
Cuando es la primera vez, muchos esperan más tiempo, más dolor, más estrés, más angustia y ansiedades sin apoyo profesional. Si bien, hoy en día y sobretodo después de la pandemia, el tema de la Salud Mental, es tema (por fin!), y ya es más común estar en terapia, aún a muchos les cuesta...
¿Cómo ayudar a quienes necesiten dar ese paso? Quizás estos hablar de esto sea un camino...
Si tienes dolor de cabeza por días, ¿vas al doctor?
Si te duele un pie al caminar, ¿consultas a un médico?
Lamentablemente podemos caminar más tiempo con dolores del alma... y por eso se pospone, pero ¿cuánto más? ¿qué tal si comenzamos?
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¿Cómo elegir psicólogo/a?
Si ya decidiste comenzar una terapia psicológica, ¿con quién hacerla? Buscar nombres de psicólogos es más simple que elegir uno...
Puedes pedir referidos a familiares o amigos que hayan hecho terapia, buscar en google, en redes, en tu centro de atención médica habitual, etc... y ¿ahora? De estos nombres, ¿cómo elijo uno?
Algunos tips simples que te pueden ayudar a elegir es definir:
Cualquier característica que para ti sea relevante, búscala en el terapeuta que elijas. Cualquiera! Porque lo principal es que te sientas cómodo con tu terapeuta y que puedan establecer un vínculo de confianza, fundamental para el proceso terapéutico.
No todo psicólogo es para todo paciente, ni todo paciente para todo psicólogo, por lo que no te desanimes si en el primer intento no encuentras al tuyo.