¿Cuánto valor estamos generando?
En un pueblo vivía un granjero que le vendía todos los días una libra de mantequilla a un panadero. Un día el panadero decidió pesar la mantequilla para comprobar que estaba recibiendo lo que estaba pagando y descubrió que no era así; lo que el granjero le estaba vendiendo era menos de la libra. Se enojó muchísimo y decidió demandar al granjero y llevarlo ante la corte.
Ya en el juicio el juez le preguntó al granjero si estaba utilizando algún tipo de medida para pesar la mantequilla. El granjero respondió:
“Señor juez, soy un humilde granjero y no tengo una forma precisa de pesar la mantequilla, pero sí la peso, mi señoría.”
Entonces el juez preguntó:
“¿Entonces cómo hace para pesar la mantequilla?”
El granjero respondió:
“Su Señoría, mucho antes de que el panadero me comenzara a comprar mantequilla yo le he estado comprando a él una libra en bollos de pan. Yo tengo una balanza en mi cocina, todos los días, cuando el panadero me trae el pan yo lo pongo en uno de los platillos de la pesa y del otro lado pongo la mantequilla que le doy.”
Aunque muchas veces no lo parezca, en la vida a la larga todos recibimos lo que damos. En algunos casos nos podemos sentir muy astutos porque logramos salir de una negociación o un intercambio con la sensación de que ganamos más que la otra parte y, aunque no lo pongamos en estas palabras, sentimos que fuimos más inteligentes y sacamos provecho. Pero, ¿a quién realmente estamos engañando?
Si hoy no estamos recibiendo lo que quisiéramos recibir, no deberíamos de voltear hacia los demás y culparlos de nuestras desgracias. Debemos cuestionarnos cuánto estamos colocando en el platillo de la pesa de la vida, ¿estamos generando valor, estamos invirtiendo nuestro mejor esfuerzo, estamos dándole a nuestra empresa o a nuestros clientes todo lo que podemos darles?
Y cuando observamos a alguien que está recibiendo lo que nosotros anhelamos, a la luz de esta ley universal deberíamos recordarnos que estas personas, de una u otra forma ya han hecho su parte y han colocado en su platillo un valor proporcional al valor que están recibiendo de vuelta por parte de la vida.
¿Cuánto valor estamos generando?