Cuaderno 43, La ansiada inmunidad y sus repercusiones
Cerrando el trimestre de 2021, seguimos con cuentagotas la vacunación como losa que tenemos todos en la cabeza sin poderlo remediar.
La situación no mejora desde punto de vista alguno, ni desde la lentísima vacunación y por tanto la cada vez más lejana inmunidad, tan prometida para el verano, como desde la situación económica.
A este ritmo según informaciones publicadas en la prensa tardaríamos 649 días en alcanzar la inmunidad, de seguir a este ritmo de vacunación. En otras palabras, casi dos años más, allá por 2023. ¿aguantará la situación económica, social y política hasta esa fecha? Mucho me temo, que ni insuflándole más deuda pública, seremos capaces de aguantar ese tirón.
Los datos que ha publicado en Banco de España para este 2021 son demoledores. Tasa de paro por encima del 17%, déficit del 7% de PIB, y deuda por encima del 117%.
Lo más sorprendente es que la Vicepresidenta Nadia Calviño, afirme que “La mejor política económica es acelerar la vacunación”, afirmación que secundamos totalmente. Pero, por otra parte, nos produce perplejidad por incongruente. Si tan fundamental es vacunarnos para recuperar nuestras vidas sociales y pasar página de esta lacra económica, ¿Por qué no se ponen en marcha los planes para autorizar las vacunas rusas y chinas? ¿Por qué hay que esperar a vacunar un martes cuando el resto de Europa encima a vacunar el viernes anterior? Cada día que no vacunamos, son más riesgo, más incertidumbre, más desasosiego….
No es congruente que se hagan afirmaciones sensatas y luego los planes sean totalmente insensatos como la movilidad de estas fechas, que no entienden ni los que desde donde sean, hayan diseñado. Que nos nacionales de cada país no puedan viajar, pero si lo puedan hacer a otros territorios de la Unión, es desde todo punto de vista una insensatez, como mínimo.
Por otra parte, ya es un clamor colectivo que los tan cacareados fondos europeos previstos para este año solo vayan a llegar el 55% de lo previsto, lo que casi va a restar un punto porcentual de crecimiento del PIB, en este año.
La recuperación se esta fiando al 2023 o al menos el alcanzar los niveles precrisis, con dos causas fundamentales: la ya mencionada lentitud en la vacunación, y la falta de determinación de planes para que sean aprobados en Europa y como consecuencia, puestos a disposición del Gobierno. Y todo esto sin hablar, del cocedero de marisco en que se ha convertido la situación política de los próximos meses, con el horizonte de incertidumbre de un posible adelanto de elecciones generales para final de año, o inicio del próximo.
Por no hablar de todo realidad que, por ser grisosa, no menos real, si podemos congratularnos que algunos planes o iniciativas parecen dirigirse con sentido común, como son la instalación de plantas de baterías eléctricas para el desarrollo de modelos de vehículos eléctricos que algunos fabricantes ya han empezado a concretar, con lo que ello implica de trabajo, exportación, desarrollo tecnológico, supervivencia del tejido industrial para las zonas donde están implantadas etc.
Y por otro, un plan real de desarrollo del hidrógeno como fuente alternativa para un continente altamente deficitario de energía, y más después de la marcha de Reino Unido, que, aunque no aportaba nada al resto de sus socios comunitarios en fuentes de energía, si lo hacía en índices agregados.
Nos felicitamos por esas iniciativas que verdaderamente son apuestas de futuro que hacen que al menos vemos como algunos siguen pensando en nuestro futuro a pesar de la negrura de la situación actual.
Planes como estos, nos dan cierto respiro de que todo no se acaba con el maldito bicho.
Consultor PYME y Empresa Familiar, Formador Gestión, Mentor, Escritor
3 añosGracias Carmen Burgo. Un abrazo
Consultor PYME y Empresa Familiar, Formador Gestión, Mentor, Escritor
3 añosGracias Roberto Urrutia Beaskoa . Un abrazo