Cualidades de un gran Conversador
Coaching & Mentoring Insights by Claus Vogt (Pic By Aaron Blanco Tejedor)

Cualidades de un gran Conversador

Cuando pensamos en una conversación, por lo general consideramos que se trata de un diálogo. Sin embargo, una conversación va más allá del simple acto de hablar. Incluye el trato (la forma en que nos relacionamos) con la otra persona.

Si en este momento te dijera: “Haz memoria de conversaciones verdaderamente memorables o significativas que hayas tenido con otros”; posiblemente sea un número reducido de ocasiones en las cuales te has sentido genuinamente bien o completamente a gusto conversando. Esto considerándolo desde el punto de vista del ‘receptor’ (persona que percibe a otra).

El día de hoy quiero darte algunas pautas para mejorar tus cualidades como ‘emisor´ o generador de interacciones. La idea es que puedas desarrollar nuevas habilidades o fortalecer prácticas que te permitan generar relaciones más efectivas, indistintamente del tipo de audiencia que tengas. Pueden ser personas sofisticadas o no. Agradables o no tan agradables. Allegadas a tu forma de pensar o no.

Te planteo nueve (9) estrategias. No hace falta que las apliques todas, pero con que domines una o algunas de ellas, ya estarás encaminándote a tener mejores conversaciones e interacciones con otros:

1.) ESTAR PRESENTE. Implica tener conciencia del momento actual, por lo cual es importante que le des atención al otro. Esto tiene varios beneficios, el primero es que lo/la haces sentir importante y segundo, vas a poder estar concentrado lo cual evitará malentendidos o pérdidas de tiempo. Esa atención conlleva a que no hagas otras cosas en simultáneo (p.ej.: Estar revisando tu celular o tu laptop mientras estás con la persona).

2.) REDUCIR LAS OPINIONES. Muchas veces asumimos que una conversación implica expresar nuestra opinión sobre algo o alguien. Date cuenta que muchas veces lo hacemos de forma automática y sin que se nos haya pedido. Mi sugerencia es que te enfoques en entender al otro. También puedes preguntarle si quiere conocer tu punto de vista, pero recuerda que ello conlleva a darle oportunidad a la otra persona de generar nuevas respuestas o argumentaciones.

3.) HACER PREGUNTAS ABIERTAS. Utiliza preguntas para generar una conversación más amplia. Las clásicas preguntas abiertas relacionadas con el uso de las 5W+H (Harold Laswell) pueden servir: “Qué”; “Quién”; “Cuándo”; “Dónde”; “Por qué” o “Cómo”. Eso ayuda a que el diálogo sea más interesante que recibir una respuesta con un simple sí/no. Otra estrategia es que indagues como se siente o sentía tu interlocutor (p.ej.: “cómo fue esa experiencia para ti” / “cómo te sentiste”). Siempre que la otra persona tenga que reflexionar sobre su respuesta lo hará más interesante para ti y para ella.

4.) FLUIR. La idea detrás de este concepto guarda relación con poner en práctica las primeras dos sugerencias. Y tiene que ver con evitar 'interrumpir' o 'controlar' el flujo natural de la conversación debido a que surgió un pensamiento o una idea en ti que sí o sí quieres incluir o recibir respuesta. Mi sugerencia es que sueltes esa idea porque no te permitirá seguir escuchando atentamente y posiblemente le 'cortes' la viada al otro. En otras palabras, termina de escuchar el argumento o la conversación y si la interrogante surge nuevamente (y encaja en el diálogo), hazla.

5.) RECONOCER EL DESCONOCIMIENTO. Si queremos tener conversaciones verdaderamente efectivas, es más adecuado evitar hablar o dar opinión respecto a temas de los cuales no tenemos pleno conocimiento. En otras palabras, reconoce que no sabes respecto a algún tema. Esto ayuda a que mantengamos nuestra reputación y a que no se generen riesgos innecesarios para otros. Solo imagínate que te increpen un “si, pero tú me dijiste que… y lo hice …”. Si no tienes certeza, mejor no la plantees como tal.

6.) NO COMPARAR. La sugerencia gira en torno a evitar querer comparar o dar una noción de similitud con una experiencia tuya. Esto lo hacemos muchas veces para hacer sentir menos mal al otro o por querer demostrar simpatía (p.ej.: “te entiendo, a mí me pasó algo parecido el otro día”). Pero el efecto que genera es que la otra persona sentirá que quieres imponer tu vivencia sobre la de ella. Considera que todas las experiencias y vivencias son únicas. Permítele a la otra persona tener el protagonismo en el relato.

7.) EVITAR REPETIR. Muchas veces queremos hacer énfasis en un aspecto o una idea. Y al querer reforzarla, la repetimos. El efecto que genera en la otra persona es de imposición. Revisa si realmente estas queriendo ayudar o reforzar tu punto de vista.

8.) OBVIAR DETALLES. Algunas personas son más detallistas que otras. Pero lo cierto es que en una conversación muchas veces resulta intrascendente para el otro los detalles exactos que quieres dar (fecha, lugar, característica, nombres, etc). Acuérdate que en una conversación lo importante es la relación y segundo lo que quieres transmitir. No tanto los sustentos del relato.

9.) ENFATIZAR EN LA ESCUCHA. Este ítem guarda relación con el #1. Acuérdate que prestar atención requiere de esfuerzo y energía. Brindar consideración a la otra persona es más fácil si hablas menos. Conversar es un acto más de la escucha que del habla. Implica ‘asimilar’ lo que le pasa al otro. Aprendes mucho más de la otra persona escuchándola. Ello también conlleva a que seas breve en tus intervenciones. Dialoga lo necesario para mantener el interés y lo suficiente para abordar los temas que deseas plantear.

Espero estas nueve sugerencias te sirvan. Revísalas y pregúntate que tanto lo haces o no lo haces. Y, sobre todo, valida que tanto espacio quieres darle al otro.

Si te habrás dado cuenta, en varios ámbitos menos es más 😉

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