Cuando las mujeres se juntan.....

Cuando las mujeres se juntan.....


“Poseían una tremenda resiliencia, pero sus pozos estaban ya casi secos y sabían que debían cambiar su manera de pensar actual si querían superar la siguiente temporada de sequía.

Eran musulmanes y, al sentarnos en un círculo a discutir la situación, fueron los hombres lo que hablaron todo el tiempo. Las mujeres no se encontraban en el circulo principal sino en un segundo circulo donde podían escuchar y ver, pero no hablar. Podía percibir el poder de las mujeres que estaban detrás de mí y tuve la sensación de que iban a resultar fundamentales para la resolución del problema. En esta tierra árida y anaranjada encontrar una solución parecía imposible, aunque la actitud, la resiliencia y la dignidad de esta gente atestiguaban algo diferente.

Pedí reunirme a solas con las mujeres. Resultaba una petición extraña para esta cultura musulmana en la que los mulá y los jefes tenían el poder de hablar en nombre de todos, no obstante, lo permitieron. Las mujeres de mi grupo y las mujeres de la tribu se reunieron sobre la tierra caliente y se acercaron las unas a las otras.

En este circulo de mujeres tribales, varias asumieron el liderazgo y hablaron de inmediato, diciendo que les quedaba claro que había un lago subterráneo debajo de esa área desértica. Podían sentirlo, sabían que estaba ahí. Lo habían percibido en visiones y necesitaban nuestra ayuda para obtener el permiso de los hombres con el fin de cavar un pozo lo suficientemente profundo y llegar así hasta el agua. Los hombres no lo habían permitido hasta ahora ya que no creían que hubiera agua ahí y tampoco querían que las mujeres realizaran ese tipo de trabajo. En sus tradiciones solo se permitía cierto tipo de labores a las mujeres.

Las mujeres hablaban con fuerza y vitalidad convincentes. Me quedaba claro que sabían lo que sabían, y que se les podía confiar la tarea de encontrar agua. Todo lo que necesitaban era el permiso de los hombres para seguir su instinto. Esa era la ayuda que necesitaban del exterior, eso era lo que necesitaban de nosotros.

Había una avalancha de energía colectiva y de compromiso. El calor era abrasador, tenía barro en la boca y en los pulmones. Era el lugar lo más incómodo que hubiera podido imaginar y, aun así, recuerdo que no tenía ni sed ni malestar, solo un fuerte sentimiento de lo posible en medio de estas valientes y hermosas mujeres.

Al salir rumbo al desierto del Sahel nos encontramos con gente ansiosos de encontrar una solución a este desafío y ardía en ellos el fuego de lo posible.

Comenzaríamos el trabajo con las mujeres puesto que ellas habían tenido la visión. Las mujeres comenzaron a cavar el pozo, cavaban cada vez más hondo, cantando, tocando los tambores y cuidando unas a otras a los hijos mientras trabajaban, sin dudar jamás que allí había agua.

Los hombres observaban escépticos. Las mujeres, en tanto, tenían todo menos dudas. Estaban seguras que si cavaban lo suficientemente hondo se encontraría el agua. ¡Y así fue! Lograron alcanzar el lago subterráneo de sus visiones.

Los grupos encabezados por mujeres se convirtieron en centros de acción en todas las aldeas. Las mujeres son ahora una parte respetada por la comunidad, tiene más acceso al liderazgo y la tribu está orgullosa de que su propia gente, su propio trabajo y la tierra en la que viven hayan sido la clave para su propia prosperidad.”

El Alma del dinero-Lynne Twist

 

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