Cuando todo se vuelve Rogue IT
En el panorama actual de amenazas cibernéticas en constante evolución, las organizaciones deben navegar en un mundo complejo lleno de riesgos en constante cambio. La capacidad de los empleados para aprovechar la tecnología para la innovación y crear valor es innegable. Sin embargo, esto también abre oportunidades para los ciberdelincuentes, que se han vuelto altamente coordinados y sofisticados, formando peligrosos carteles de cibercriminales.
Además, las organizaciones también deben considerar el riesgo que representan las funciones comerciales deshonestas, como recursos humanos, marketing y ventas, que pueden introducir inadvertidamente vulnerabilidades de seguridad al utilizar herramientas de código abierto o de terceros para mover archivos grandes, revisar campañas digitales o acelerar las ventas para alcanzar objetivos de ingresos.
Para abordar esta creciente amenaza, es crucial que las organizaciones reconozcan los pilares que aceleran la gestión de riesgos de seguridad. Uno de estos pilares es la Gestión de Superficie de Ataque (por sus siglas ASM), que aumenta significativamente la visibilidad en la seguridad ofensiva.
La Gestión de Superficie de Ataque proporciona a las organizaciones una visibilidad continua de su superficie de ataque, que abarca todos los activos, sistemas y puntos de entrada potenciales. Al aprovechar este enfoque, las organizaciones obtienen una comprensión integral de su huella digital y los riesgos potenciales asociados.
Al identificar y evaluar vulnerabilidades en tiempo real, la Gestión de Superficie de Ataque permite que las organizaciones se mantengan un paso adelante de los ciberdelincuentes y de las funciones comerciales deshonestas. Este enfoque proactivo permite que los equipos de seguridad prioricen los esfuerzos en función de los riesgos identificados y su posible impacto. A través de la monitorización y evaluación continua, los equipos de seguridad pueden tomar medidas oportunas para abordar las vulnerabilidades y minimizar el riesgo de explotación.
La evaluación de riesgos juega un papel crítico en el reconocimiento de las amenazas cibernéticas, y la Gestión de Superficie de Ataque mejora esta práctica. Al analizar y evaluar continuamente la superficie de ataque, las organizaciones pueden identificar posibles vulnerabilidades, incluidas aquellas que pueden ser explotadas por empleados deshonestos. Esto capacita a los equipos de seguridad para tomar decisiones informadas y tomar medidas apropiadas para fortalecer los controles de seguridad y reducir los riesgos asociados tanto con amenazas externas como internas.
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Con una estimación actual, el cibercrimen cuesta $8 billones de dólares estadounidenses y se proyecta que alcanzará $10 billones de dólares para 2025, no se puede subestimar la importancia de reconocer y mitigar los riesgos de seguridad, tanto los que plantean amenazas externas como internas. La Gestión de Superficie de Ataque sirve como una herramienta vital para el crecimiento y la adaptación de la ciberseguridad como facilitador empresarial. Al aumentar la visibilidad y comprensión de la seguridad ofensiva, las organizaciones pueden protegerse contra las amenazas cibernéticas en constante evolución.
Artículo escrito por Gareth Owen Chief Revenue Officer en R-MOR
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