¿Cuanto cuesta patentar una app o un programa?

Una de las preguntas más habituales de los clientes de Bitbotic es el proceso que deben realizar para patentar y proteger su app de posibles plagios una vez que hemos realizado el trabajo de desarrollo.

La protección de algo como una app o un desarrollo de software no es nada sencillo y sólo son patentables en ciertos casos. Para que una aplicación o software sea patentable, a parte de los requisitos de patentabilidad clásicos (novedad, actividad inventiva y aplicación industrial), deben de tener un carácter técnico o aportar una solución con el uso de las leyes naturales,  pero aún así están sujetas al articulo 95 y siguientes de la ley de la propiedad intelectual.

Los pasos a seguir son: 

1º Firmar un contrato de confidencialidad con la empresa que desarrolla la aplicación o el desarrollo de software e incluso con los inversores o cualquier parte que tenga acceso a la totalidad o parte de la idea.
Nuestra recomendación es que esta parte esté muy bien redactada y supervisada por un abogado experto en este área de la legislación para evitar cualquier tipo de problema.  En Bitbotic no tenemos ningún inconveniente en someternos a esta formalidad legal y es una practica habitual entre nuestros clientes que quieren proteger su idea o desarrollo.
Coste estimado: en torno a los 1000 euros de asesoría legal

2º Protección de la propiedad intelectual.

Si nuestra idea es muy novedosa y creemos que no existe nada igual en el mundo quizás sea interesante proteger intelectualmente el proyecto. Incluso podríamos proteger el código fuente del app para evitar una copia exacta de nuestro desarrollo pero no protegeríamos ni el nombre ni el diseño.

Coste estimado: 400 euros aprox para una protección internacional.

3º Protección de la interfaz o del diseño.

Si lo que queremos proteger es nuestra interfaz de usuario o nuestros diseños para que nadie los pueda usar, existe una figura que es la protección de un diseño industrial donde se puede cubrir este aspecto del desarrollo.

El diseño industrial protege la forma externa innovadora de los productos englobando tanto las formas bidimensionales (dibujos) como las tridimensionales (modelos) o una combinación de ambas. Los aspectos técnicos no tienen relevancia a efectos de registro y en su caso la vía de protección es la patente. En el diseño industrial sólo tiene relevancia la forma externa. Además, en el diseño no existe la fase de oposición previa a la concesión, es concedida siempre y, una vez concedida, será el tercero quien deba invocar mejor derecho.

Coste aproximado: España 400 euros, Unión Europea 900 euros.

4º Registro del nombre del software o de la app como marca

Mediante este procedimiento podremos proteger, el nombre  de la marca o app y su logo. ya sea de forma indistinta o solo uno de ellos. Esta protección si esta sujeta al uso en diferentes territorios por lo que si queremos que nuestra app sea de alcance mundial, el coste de esta protección se puede disparar, pero es la única manera de proteger nuestro nombre e imagen corporativa.

Registrar el nombre de una aplicación para terminales móviles (y su logotipo, si procede) como marca es fundamental. Será la única forma de evitar que en los diferentes stores aparezcan aplicaciones similares con logos similares o nombres similares que confundan a nuestros usuarios y provoquen la descarga incorrecta.

Coste estimado: España 400 euros, Unión Europea 1500 euros, E.E.U.U 1000 dolares.

5º Patentar la APP.

Es quizás la más complicada de todas ya que requiere que ésta suponga una clara innovación y debe ser estudiada por un experto para decidir si es patentable lo incluido en ella.
Los programas de ordenador (software y aplicaciones de móviles) por lo tanto pueden ser patentables si tienen carácter técnico o aportan una solución con el uso de las leyes naturales. Por ejemplo, una app para permitir una comunicación más rápida entre los teléfonos móviles con una mejor calidad de transmisión de voz, si no existe, es patentable pero por el contrario, un programa de ordenador para fomentar los compradores leales, dando un descuento para compras futuras no es patentable.

Este terreno difuso hace que la mayoría de los proyectos no lleguen a ser patentados por lo dificultoso del proceso, y sin embargo todas las estrategias vayan encaminadas a patentar y proteger la marca (para evitar imitaciones que suplanten nuestra identidad corporativa).

Coste estimado: España 2600 euros

En definitiva sí debemos proteger nuestro proyecto, pero sin convertirlo en una obsesión. Si la idea es buena es correcto velar por ella pero es más importante lograr que nuestros potenciales clientes la usen y de esta manera no necesitamos preocuparnos por nuestra posible competencia.

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