Cuarentena

Quizás entender que el #quedateencasa es un privilegio que sólo abarca a un sector de nuestra sociedad nos permita darnos cuenta que realmente es necesario cumplirlo, porque es hasta una obligación moral.

Quizás entender que somos elegidos los que tenemos un lugar con agua para ducharnos dos veces al día cuando hace calor, gas para calentar el agua y tomar mates mirando Netflix, aire acondicionado #porquesi o internet para compartir memes o hacer llamadas con amigos cuando otros no, nos haga tomar la conciencia que se necesita.

Quizás entender que los grandes perjudicados de la expansión de este virus no somos nosotros sino los que no tienen un lugar donde quedarse, los que viven con las defensas bajas y preocupados los 365 días del año, los que están fuera del sistema de trabajo formal, los que si “se quedan en casa” la guita les alcanza sólo para 3 o 4 días más, nos permita agradecer por haber quedado del lado afortunado de la moneda en este momento de la historia.

Quizás estas semanas surrealistas que vive Argentina y el mundo entero nos permita entender que el día que como clase media empecemos a empatizar más con los de abajo que con los de arriba, podamos pensar en un proyecto más integral como sociedad y más sostenible en el tiempo.

Y quizás bajar un cambio estas semanas y andar un poco más con uno mismo ayude también. Hoy escuché Weekend War de MGMT, una canción que me gusta y me parecía que iba más despacio que hace un mes. Quizás el que esté yendo a otra velocidad sea yo.