Cuatro recomendaciones para que líderes promuevan salud mental en sus equipos

Todos sabemos que existen varios estilos de liderazgo: transformacional, transaccional, democrático, etc. Creo que el estilo a emplear dependerá de la manera de ser del líder, el tipo de organización en la que se encuentre y las características del equipo a su cargo.

Considero es clave que los líderes mantengamos relaciones interpersonales “sanas” con nuestros trabajadores, al margen del estilo de liderazgo que tengamos. Es decir, que  la manera en que los tratemos sea favorable para la salud mental de ambas partes.

¿Esto como se logra? A continuación algunas ideas:

a)      Comunicación clara y asertiva: Transmitir nuestras ideas con sinceridad, de manera resumida cuándo sea necesario y a detalle cuando la situación lo amerite, y por su puesto en el momento oportuno. Importante también cuidar el tono de voz que usamos en la comunicación, para que esta logre transmitir el mensaje que queremos y mantener las buenas relaciones interpersonales.

b)     Gestión de emociones: Mostrar que ante situaciones de mucha tensión o temor en la organización mantenemos reguladas nuestras emociones y por lo tanto nuestras conductas. Me refiero a que estamos en ese equilibrio en el que ni reprimimos lo que sentimos ni llegamos al desborde en el que “explotamos” frente a alguien que comete un error.

c)      Transmitir autenticidad: Como líderes me parece clave podamos decir con sinceridad lo que pensamos y mostrar vulnerabilidad (en las situaciones que ameriten). Creo que la imagen del líder “que todo lo sabe, puede y no comete errores” no aplica mucho en el mundo actual. Me parece más convincente el líder “que admite lo que no sabe y busca aprenderlo, y si comete un error lo dice y encuentra la solución , evitando repetir el error.” Somos humanos, no perdamos de vista esto.

d)     Asesoría constante: En la medida de lo posible es bueno ayudar a que las personas  sean la mejor versión de sí mismas para el puesto, es decir brindarles el consejo y soporte necesario para que puedan mostrar sus fortalezas en el trabajo y corregir sus áreas de mejora.

Lo que he mencionado acá suena bastante sencillo y seguro mucho de ustedes ya lo saben. Considero los planes elaborados para desarrollar el liderazgo son valiosos. Asimismo, creo que es bueno empezar con lo básico: nuestras pequeñas acciones y trato diario, que generan un gran impacto en las personas con las que trabajamos.

Si bien los días suelen estar cargadas de estrés y varias tareas por cumplir, es importante recordar que depende de nosotros mantener relaciones interpersonales sanas y favorables para nuestra salud mental.

Empecemos con lo esencial: un buen trato.