Cuidado con los mitos nutricionales!

Cuidado con los mitos nutricionales!

La palabra mito se relaciona con historias, cuentos, personas o cosas a los cuales se les adjudican características o cualidades que no poseen. Estos mitos suelen ser verdades para los que creen en ellos, pero en realidad carecen de fundamento o respaldo.

Como me comprometí en la columna pasada, en la medida en la que vaya recordando mitos o “falsas creencias” los iré compartiendo con ustedes.

Uno de los errores que más veo cometer a muchos, es el abusar de los alimentos etiquetados como lights. Los productos light tienen menos calorías por porción, pero si se come más de las porciones recomendadas igualmente nos llenaremos de más calorías de las que deberíamos. Por ejemplo, ustedes pudieran comerse un cuadrito de chocolate normal, que tiene 50 calorías (por decir una cantidad), pero opta por comerse 3 de uno light que tiene 35 c/u, porque supuestamente engorda menos, pues a la final, terminará consumiendo más energía. Por tanto tengan mucho cuidado, ya que el hecho que la etiqueta diga “light” no les garantiza el no engordar. Eso sólo dependerá de la cantidad de porciones.

Otra creencia, que incluso yo asumía como cierta es que los alimentos frescos son más nutritivos que los congelados. Y por eso me negaba a preparar comida para programar mi dieta o alimentación de la semana. Pues amigos, no es del todo cierto, el frío de la nevera o el congelador mantiene las cualidades de los alimentos sin alteración alguna, por lo que un pescado o una carne congelada no nos va a aportar menos nutrientes que si los comemos frescos.

Por otra parte, muchos creen que omitir comidas les ayudará a adelgazar y esto no es así, se trata de un mal hábito. Los especialistas recomiendan realizar tres comidas principales y 2 meriendas, o comer, al menos, cada cuatro horas, para balancear nuestro sistema hambre-saciedad, ya que al repartir la ingesta en varias tomas no llegaremos a la siguiente comida con un hambre excesiva que nos conduciría a comer de más.

Una bebida que ha sido satanizada es el café, delicioso “brevage” al que se le atribuye el poder de alterar la tensión, o ser muy toxico, pero resulta que tomado con moderación, sin azúcar y sin leche puede ser una muy beneficiosa herramienta. Esta bebida contiene cafeína, y por tanto es estimulante, pero su efecto es relativamente pequeño sobre la elevación de la tensión arterial, comparado con la sal que si se utiliza en exceso en la dieta puede ser un factor determinante de las cifras de tensión arterial. El café tomado en ayunas, “solito”, puede ser un excelente diurético natural, más antes de realizar ejercicios puede ayudar a activarnos.

Otro error es pensar que las frutas nos engordan más o menos, ya sea que las comamos antes o después de las comidas. Se crea o no, el orden en el cual se ingieren los alimentos, a lo largo del día, no influye en su aporte energético. Ahora bien, el cómo se ingieren, marca una diferencia es, en la facilidad con la cual digerimos los alimentos. La ventaja de consumir la fruta antes de las comidas es que gracias a su contenido en fibra y agua producen un efecto saciante y seguramente comeremos un poco menos. Yo prefiero no comer las frutas después de comer, o mezclarlas con carnes, porque la fruta se descompone más rápido en el estómago que las proteínas por tanto, pueden permanecer mucho tiempo en el mismo antes de su vaciado lo que seguramente hará pesada nuestra digestión o nos generará gases.

En otros espacios, les seguiré hablando de esos mitos que trastocan nuestra vida alimenticia, hasta la próxima!

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