Cultura Organizacional: Construyendo Equipos de Alto Rendimiento en cortos espacios de tiempo.

Bienvenidos a este newsletter, donde abordaremos un tema que era crucial para cualquier empresa que aspiraba al éxito en el tiempo: la creación y mantenimiento de una cultura organizacional que fomentaba la colaboración, la creatividad y el buen trabajo de los empleados. Sin embargo, la noción de tiempo ha variado y las nuevas generaciones viven en una sucesión de eventos cambiantes, cortos y acelerados, al estilo TikTok.

Las empresa son valores. Todos los grupos humanos se fundamentan en valores, pues en caso contrario se disgregan. Sin embargo, en nuestros días hay una trasposición de valores y nuestra concepción temporal parece una sucesión de vivencias que se desplazan unas a otras a ritmos acelerados. Es difícil consolidar una cultura en estas circunstancias, pues requiere el tiempo que no tenemos. Así, hoy el reto será cómo cultivar una cultura y unos valores que florezcan en proyectos cortos y que no solo mejoren el rendimiento, sino que también aumenten la satisfacción personal en el trabajo.

El Corazón de la Empresa: ¿Una Cultura Organizacional Hiperactiva?

Una cultura organizacional sólida siempre ha sido el corazón de cualquier empresa. Es aquí donde los valores y normas se entrelazan para crear un ambiente que influye decisivamente en cómo los empleados se sienten, actúan y colaboran. Establecer una cultura fuerte siempre fue más que un objetivo deseable; era una necesidad estratégica que impulsaba la eficiencia y la innovación. Pero ¿cómo hacerlo en la hiperactiva y cortoplacista sociedad contemporánea?

Colaboración y Creatividad en cápsulas de tiempo

En el núcleo de una cultura efectiva se encuentra la capacidad de fomentar una colaboración genuina y una creatividad sin restricciones, aun en ciclos cortos de tiempo, por proyectos. Sí, tal vez tengamos que trabajar por proyectos y por un plazo de un solo año como espacio temporal más amplio, para adaptarnos a las preferencias temporales de las nuevas generaciones. Permitir cápsulas de tiempo cortas en las que los empleados exploren y expresen sus ideas libremente, no solo puede generar soluciones innovadoras, sino que también eleva el sentido de propósito, aunque éste sea corto. Crear un ambiente donde cada voz sea valorada rápidamente, ayuda a desbloquear el potencial creativo y a fortalecer el tejido colaborativo de la organización.

Estrategias para Cultivar una Cultura Positiva

Desarrollar una cultura organizacional que propicie el alto rendimiento requiere atención continua y división de las metas de manera deliberada. A continuación, algunas estrategias clave:

Dividir el objetivo en pequeños tramos en los que especificar (y medir) los logros a conseguir.

Promoción de la Autonomía: Alentar a los empleados a tomar decisiones informadas y a actuar según su propio juicio puede llevar a una mayor innovación y satisfacción en el trabajo.

Reconocimiento del Mérito: Asegurarse de que el esfuerzo y el éxito sean reconocidos en cortos espacios temporales.

Inversión en Desarrollo Personal y Profesional: Proporcionar oportunidades para el crecimiento personal y profesional a corto plazo.

Libertad. Una vez acabado el proyecto, hemos de poder entender que el colaborador marche y continuar con buenas relaciones, ya que tal vez vuelva cada cierto tiempo.

Conclusión

En conclusión, el desarrollo y mantenimiento de unos valores y una cultura organizacional orientada al alto rendimiento, requiere entender la concepción temporal contemporánea de sucesión rápida y acelerada de proyectos y ciclos. Quien aspire a destacarse en el dinámico mercado actual, ha de reconocer la incapacidad mayoritaria de concentración de las personas. Hemos de manejar cortos espacios temporales para los colaboradores y clientes, y, simultáneamente, preferencias temporales a largo plazo para los directivos. Al enfocarnos en la colaboración, la creatividad y el compromiso, hemos de reducir nuestras expectativas de continuidad de los colaboradores y conseguir trabajar juntos durante periodos breves, comprendiendo que necesitan marchar. Somos cápsulas de tiempo los humanos, y cada época se distingue por la manera peculiar de vivir su tiempo.

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