CULTURA TRIBUTARIA: FORMALIZACIÓN DE LOS EMPRENDEDORES EN NICARAGUA
Seguramente Tú como emprendedor te has preguntado a ti mismo: ¿Debo Formalizar mi negocio? ¿Qué impuestos debo pagar? ¿Cuáles son los beneficios que obtendré? ¿Qué pasa si no formalizo mi emprendimiento?
Es importante que conozcas las respuestas a estas preguntas para poder tomar decisiones informadas sobre la formalización de tu negocio. En este sentido, es fundamental que estés bien entendido sobre el marco legal tributario y tus planes empresariales para garantizar la continuidad de tu emprendimiento en el largo plazo.
Todo pequeño emprendimiento debe estar bajo El Régimen Simplificado de Cuota Fija, ya que, éste ha sido especialmente creado para pequeños contribuyentes que realizan cualquier rubro de actividad económica, conforme a los artículos 245, 249 y 250 de la Ley de Concertación Tributaria (LCT), Ley 822.
Para acogerse a este régimen, los contribuyentes deben cumplir ciertos requisitos, como tener ingresos mensuales brutos que no excedan los cien mil córdobas y un inventario de mercancía cuyo costo no supere los quinientos mil córdobas. Conforme la siguiente tabla:
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Entre las principales ventajas y beneficios del Régimen de Cuota Fija, se encuentran:
Entre las recomendaciones debemos recalcar que, es crucial mantener un control de los ingresos y egresos para garantizar la continuidad del negocio. A medida que el negocio crece, se vuelve necesario considerar la asistencia de un contador, lo cual ofrece ventajas significativas en términos de control. Esto permite que el emprendedor pueda enfocar su tiempo y energía en el crecimiento de su emprendimiento, sin distraerse en tareas contables que pueden resultar complejas y consumir mucho tiempo.
Si un contribuyente supera los límites establecidos para el Régimen Simplificado de Cuota Fija, debe trasladarse al Régimen General. Al hacerlo, se debe llevar un control contable más riguroso y declarar sus impuestos de manera más detallada. Sin embargo, al estar en el Régimen General, también se pueden disfrutar de beneficios como poder descontar el IVA de las compras realizadas a otros contribuyentes y recibir una deducción fiscal por los gastos incurridos.
Finalizamos destacando que una cultura tributaria sólida va más allá del mero cumplimiento del pago de tus impuestos, sino que también implica la adopción de una posición preventiva de Control Interno, y que por ende involucra todas las áreas de tu empresa. Evita multas y sanciones, y recuerda que…La mejor estrategia fiscal, es la prevención.