Cumplir con "la visión"... ¿a qué nos referimos?
“La visión compartida”, de Peter Senge
(de su libro “La Quinta Disciplina. El arte y la práctica de la organización abierta al aprendizaje", Editorial Granica, 2017)
Una visión compartida no es una idea. Ni siquiera es una idea tan importante como la libertad. Es una fuerza en el corazón de la gente, una fuerza de impresionante poder. Puede estar inspirada por una idea, pero si es tan convincente como para lograr el respaldo de más de una persona cesa de ser una abstracción. La gente comienza a verla como si existiera. Pocas fuerzas humanas son tan poderosas como una visión compartida.
En el nivel más simple, una visión compartida es la respuesta a la pregunta: “¿Qué deseamos crear?”. Así como las visiones personales son imágenes que la gente lleva en la cabeza y en el corazón, las visiones compartidas son imágenes que lleva la gente de una organización. Crean una sensación de vínculo común que impregna la organización y brinda coherencia a actividades dispares.
Una visión es verdaderamente compartida cuando tú y yo tenemos una imagen similar y nos interesa que sea mutua, y no sólo que la tenga cada uno de nosotros. Cuando la gente comparte una visión está conectada, vinculada por una aspiración común. Las visiones personales extraen su vigor del profundo interés de un individuo en la visión. Las visiones compartidas derivan su fuerza de un interés común. Hemos llegado a la conclusión de que una de las razones por las cuales la gente procura construir visiones compartidas es el deseo de estar conectada en una tarea importante.
La visión compartida es vital para la organización inteligente porque brinda concentración y energías para el aprendizaje. Aunque el aprendizaje adaptativo es posible sin una visión, el aprendizaje generativo acontece sólo cuando la gente se afana en lograr algo que le concierne profundamente. La idea de aprendizaje generativo - “expandir la capacidad para crear” - resulta abstracta y superficial a menos que la gente se entusiasme con una visión que quiere alcanzar de veras.
En la actualidad, “visión” es un concepto familiar en el liderazgo empresarial. Pero un examen atento revela que la mayoría de las “visiones” son de una persona (o un grupo) y se imponen sobre una organización. Esas visiones a lo sumo exige el acatamiento, no compromiso. Una visión compartida despierta el compromiso de mucha gente, porque ella refleja la visión personal de esa gente.