DÍA ZERO: LA CIUDAD DEL CABO LUCHANDO PARA SALIR

LOS HECHOS EN CIUDAD DEL CABO

En una palabra: lluvia, o más bien la falta de ella. La estación en el aeropuerto internacional de Ciudad del cabo ha registrado un promedio anual de 508mm desde 1977, pero los últimos tres años han producido 153mm, 221mm y mm 327. Dicho de otro modo, juntos rindieron menos QUE el promedio anual.

Esta es la primera vez que las lluvias de invierno han fracasado tan espectacularmente durante tres años sucesivos. Se precipitó la crisis de 2005 por tres años de lluvias invernales pobre, pero colectivamente eran sólo el 25 por ciento por debajo de la media. Durante los últimos tres inviernos, se ha quedado corto en un 55 por ciento.

Para eso tenemos que agradecer la oscilación del Sur de la corriente del El niño. Sus efectos en han sido tan profundos que el sistema de análisis del clima, del grupo (CSAG) en la Universidad de Cape Town se niega a publicar su precipitación prevista para una temporada de lluvias que comenzará en mayo o junio, diciendo que las predicciones a corto plazo se han convertido en poco fiables.

HAY RAZONES DE OPTIMISMO EN CIUDAD DEL CABO

Hay razones para el optimismo, y una de ellas es buena, “las fuerzas del mercado”. Después de meses de vacilaciones, el precio del agua aumentó bruscamente el 1 de febrero.

Las nuevas tarifas, que significarán que las personas que mantienen su consumo mensual en 6 m3 pagará 7,3 u$s. Pero los que consuman 50 m3 verán su factura mensual saltar un 613 por ciento, de 220 u$a a 1.575 u$a.

La segunda razón para el optimismo, es el que suministro de agua para la agricultura se redujo conforme a un acuerdo con el Departamento Nacional de Agua y Saneamiento. El sector está gustando actualmente cerca del 30 por ciento del agua, en el nuevo esquema de abastecimiento de agua, caerá a 15 por ciento en marzo y el 10 por ciento en abril.

En tercer lugar, son inicios, pero Ciudad del Cabo es menos dependiente de sus embalses. En la semana que terminó el 29 de enero, 24 millones de litros de los 580 millones la ciudad consiguió hacerlo llegar a través  de otras fuentes. Tres pequeñas desaladoras, agua subterránea de dos acuíferos y un reciclaje en uno de tratamiento de aguas residuales grandes de la ciudad arrancará en tres meses, incrementando considerablemente el caudal.

En cuarto lugar, el consumo de agua sigue cayendo y se estima en 95 litros al día en promedio. Esto es casi dos veces el límite de 50 litros, pero también es una prueba que hay un montón de posibilidades de mejora.

En quinto lugar, se ha instalado equipos de bombeo extra en el extremo profundo del embalse de la segunda de Ciudad del Cabo, Voelvlei, que hará posible aspirar en un 10 por ciento más. Esta semana, el equipo de ingenieros responsables de la obra está 80 millas al sur en Theewaterskloof para hacer lo mismo.

La última razón para el optimismo es que los habitantes tienen el mensaje: la crisis es real, "día cero" está cerca, la estimación más reciente es mayo, pero el Apocalipsis podría ser para usar un idioma local: "no ahora, tal vez pronto".

¿Qué significa esta reacción en la práctica? Pánico de compra de contenedores de agua y baños químicos; la aparición de tanques de agua de hasta 10 m3 en jardines y patios por toda la ciudad; negocios en auge para cualquier persona que puede ayudarle a acceder a un suministro alternativo de agua – perforadores de pozo, bomba de proveedores, fabricantes de máquinas del "agua del aire"; la muerte del césped, en todas las maneras posibles; abandono de piscinas y bañeras; puñetazos en las largas colas para llenar contenedores de manantiales de montaña natural.