¿Dónde está el límite de la tecnología?
¿Qué son los neuroderechos? ¿Debemos proteger nuestro cerebro? ¿Cómo nos afectan los neuroderechos?
Actualmente, vivimos una revolución industrial donde existe un gran desarrollo de la tecnología. Esta revolución tecnológica ha influenciado especialmente al área de la salud con la aplicación de la Inteligencia Artificial, el Big Data, las nuevas técnicas de imagen y la realidad virtual. Una de las áreas con más influencia tecnológica es la neurociencia donde las nuevas técnicas permiten la observar el cerebro de forma más precisa y minuciosa además de mejorar la interfaz cerebro-máquina.
Los fines de la neurotecnología son muy diversos, pueden tener como objetivo desde transmitir información telepáticamente hasta tener un fin terapéutico, esto son ejemplos dentro del gran campo de posibilidades que ofrece la neurotecnología. Realmente, se desconoce el alcance que pueden tener estas tecnologías y por ello numerosas multinacionales invierten para su investigación.
En el campo de la biomedicina las investigaciones deben realizarse con el rigor científico que se merece y por ello queda mucho trabajo por hacer.
La bioética es una rama de la ética relacionada directamente con los problemas morales de la sociedad, cuyos principios básicos son: la autonomía, la beneficencia (“hacer el bien”), no maleficencia y justicia. Así esta disciplina es la que estudia, entre otras, las cuestiones relacionadas con los límites de los avances tecnológicos.
En la actualidad por defecto estamos registrados en bases de datos, es decir, hemos dejado de ser anónimos para ser perfectamente identificables, pero el tratamiento y acceso a estos datos debe realizarse de forma segura y controlada. Dado a la gran información que liberamos y la gran cantidad que está almacenada en base de datos es conveniente que cada ciudadano tome conciencia y control de sus datos.
Hemos dejado de ser anónimos para ser perfectamente identificables.
Por tanto, en este mundo dominado por la tecnología y cada vez más interconectado es difícil plantear lo límites éticos, lo cual preocupa a gran parte de la comunidad científica.
El neurocientífico Rafael Yuste (catedrático en neurología por la Universidad de Columbia e impulso del Brain Project con la administración de Obama) reclama a todos los Gobiernos la realización de una nueva normativa denominada “neuroderechos” con el fin de regular la privacidad y la posibilidad de crear desigualdades sociales o mentales (potenciando capacidades en las personas).
En la siguiente figura se resumen las prioridades/categorías principales a desarrollar en los neuroderechos con el fin de proteger la integridad personal:
Concluyendo, la neurotecnología es un arma de doble filo que se debe emplear con fines beneficiosos para la sociedad y en ningún caso como un ataque hacia ésta, ya que las grandes ventajas que ofrece en el caso de la medicina suponen una gran mejora en la calidad de vida de las personas.
Referencias
Los retos de la neurotecnología en tiempos de inteligencia artificial
Neuroderechos en la era de la neurociencia: qué son y por qué hay que prestarles atención
INTRODUCCIÓN A LA BIOÉTICA: CONCEPTO, PRINCIPIOS Y EJEMPLOS