¿Dónde se puede ver bien la importancia del aumento de la productividad?
En el Museo del Ferrocarril de Madrid en el Paseo de las Delicias; se ve de golpe de vista. Es un museo de locomotoras de vapor, diésel y eléctricas.
El aprovechamiento de la fuerza del vapor, marcó el primer punto de inflexión en la historia modificando e influenciando todos los aspectos de la vida cotidiana de una u otra manera. Se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas, sociales, culturales y políticas de la humanidad. La riqueza y la renta per cápita se multiplicaron como no lo había hecho nunca en la historia. El nivel de vida de todo el mundo, sin excepción, experimentó un crecimiento alto y sostenido aunque se había mantenido estancada durante siglos. No hay nada remotamente parecido a ese comportamiento en ningún momento del pasado.
Limitándonos a las antiguas locomotoras de vapor, se contempla cómo desde sus comienzos, se les exigía cada vez mayor esfuerzo de tracción para arrastrar mayores cargas a mayor velocidad, es decir mayor potencia. A base de aumentos de la productividad se lograron locomotoras capaces de arrastrar a 100 Km/hora trenes de 1000 toneladas en llano, a base de estar evaporando 20.000 litros de agua por hora que se dice pronto. Y han estado funcionando cientos de ellas. Se ve muy bien en el Museo, donde no cabe engaño.
Un sistema ferroviario determina la formación de las ciudades, su tamaño, su desarrollo, su unión y por tanto la formación del espíritu nacional. Toda su evolución me da la razón en todas las consideraciones sobre la productividad que estoy haciendo en estas píldoras.