De cómo la inteligencia artificial podría afectar al sector de la formación - tanto a alumnos, como a profesores
Cada día es más frecuente oír hablar de la inteligencia artificial (IA), y como cambia algunos de los aspectos más cotidianos de nuestra vida. La IA ayuda a desbloquear nuestros móviles con reconocimiento facial, mejora la detección de SPAM, y nos dice cuánto vamos a tardar en llegar a nuestro destino, incluso antes de que hayamos indicado cuál ese ese destino, simplemente analizando nuestros hábitos y los lugares que solemos visitas de forma repetitiva y por tanto predecible.
La IA ya no es solo un concepto revolucionario en los círculos tecnológico-científicos, sino que cada día más es una realidad palpable a nuestro alrededor, que afecta a cada día más sectores. Y todo parece indicar que esta tendencia está en claro aumento. Así que, en el sector formativo, la pregunta sería, ¿cómo podría afectar la inteligencia artificial a la formación tal y como la conocemos actualmente?
En primer lugar, indiquemos brevemente y de forma sencilla qué es exactamente la inteligencia artificial. La IA consiste en máquinas que perciben su entorno y son capaces de tomar la mejor decisión para lograr un objetivo teniendo en cuenta ese entorno. En cierta forma podríamos decir que su objetivo es el mismo que el de cualquier humano. En las últimas décadas, el desarrollo de conceptos tales como el machine learning, es decir, las metodologías mediante las cuales podemos no ya ordenar a una máquina cómo se debe comportar, sino dejarle que averigüe por si misma su funcionamiento óptimo, y en los últimos años la prevalencia de procesadores cada vez más capaces de realizar este tipo de tareas a bajo coste, han permitido que la IA sea una realidad palpable más que una fantasía cinematográfica (que también)
Creo que es deber de cada uno de nosotros anticipar cómo la IA podría cambiar nuestras vidas, para estar preparados para estos cambios. El problema, en este caso, es que, conforme avanza la invasión de la inteligencia artificial, y al contrario de lo que cabía pensar, cada día es más difícil realizar estas predicciones. Por ejemplo, hace unos años se decía que la inteligencia artificial podría amenazar a los puestos de trabajo con tareas repetitivas y poco especializadas. Se transmitía el mensaje de que empleos como transportista o mozo de almacén podrían correr peligro. En cambio, labores más especializadas y en las que la creatividad y el trabajo intelectual tuvieran peso, parecían ser apuestas más seguras desde el punto de vista formativo y laboral.
Sin embargo, en los últimos meses o años, cada vez vemos más ejemplos en los que la IA mejora el trabajo que el ser humano realiza en ámbitos muy especializados, tales como el diagnóstico de enfermedades mediante el análisis de infinidad de expedientes médicos o la extracción de patrones o la planificación urbana mediante la realización automatizada de infinidad de simulaciones hasta encontrar la óptima.
Es en este punto donde probablemente la IA deja de ser un gadget divertido que te ayuda a gestionar tu agenda de contactos en el móvil o a proponerte nuevos contactos en redes sociales, para ser una amenaza al estilo de vida y a la zona de confort en la que vives, en el caso de que ya estés en esa situación. O en el caso de que seas un estudiante preparando tu futuro, la IA puede hacer que tus años de esfuerzo y preparación acaben no sirviendo para prácticamente nada.
Así que la pregunta importante es: ¿Qué cabe esperar de la IA en los próximos años?
Esta pregunta todavía no tiene una respuesta clara. Podría no ocurrir nada, en el pasado ya ha ocurrido un par de veces que la IA parecía que iba a transformar el mundo, y finalmente todo quedó en fantasías de ciencia ficción. También podría ocurrir, como en las mayores pesadillas cinematográficas, que la IA acabe dominando a la raza humana, como en The Matrix, o exterminándola, como en Terminator, al entender que el ser humano es la mayor amenaza para el ecosistema (y de hecho en ocasiones ese planteamiento resulta hasta entendible y compartible)
Mi apuesta personal es que con la IA ocurrirá como con la era de la informática: La pervasividad de los ordenadores en el mundo laboral y personal no nos ha convertido en esclavos, sino que los ordenadores son, sobre todo en el entorno laboral, meras herramientas que nos permiten ser más productivos y eficientes. Así que en muchos perfiles profesionales, tener conocimientos informáticos, o incluso muchas veces simplemente tener facilidad para operar eficientemente un ordenador, es un factor positivo en nuestro desarrollo formativo y profesional.
Es cierto que la IA plantea mayores retos que la informática en si misma. Es cierto que un ordenador tal y como lo conocemos no piensa ni toma decisiones por nosotros, luego el encaje entre humano y máquina hasta ahora está claro: El humano piensa, y la máquina ejecuta. El problema ahora mismo es que todavía no conocemos cual es el encaje entre humano y máquina en la naciente era de la inteligencia artificial.
Queremos creer que el ser humano siempre será una pieza imprescindible, sobre todo por aquellas cualidades que todavía la inteligencia artificial no ha podido imitar completamente, tales como por ejemplo la capacidad de realizar inferencias con escasa información, la absoluta facilidad que tiene el ser humano para encontrar patrones de forma instintiva en conjuntos de información sobre los que no tiene conocimiento previo, o la creatividad en el sentido más puro de la palabra (ya que muchas veces llamamos creatividad a la recombinación de elementos preexistentes en una nueva combinación, y en ese terreno específico si que las maquinas ya destacan sobre el ser humano) - es decir, el ser humano no es rápido ni preciso comparado con las máquinas actuales, pero en la teoría es extremadamente flexible y auto adaptable.
Quizás tener a mano un listado de cuáles son estas cualidades diferenciales es importante para tomar decisiones con nuestra vida y nuestro futuro formativo y laboral, para intentar seguir siendo, si no ya imprescindibles, al menos no fácilmente reemplazables.
Yo creo que es muy posible que en el futuro próximo, de la misma forma que hoy es imprescindible saber trabajar con un ordenador en muchas profesiones, sea muy importante saber trabajar codo con codo con inteligencias artificiales, cada uno (humano y máquina) aportando lo mejor de sí mismos para lograr un objetivo común.
Siguiendo con la analogía con la era actual de la informática, de la misma forma que no hace falta saber construir un ordenador para poder trabajar con él, no parece que todo profesional tenga que convertirse en un programador informático para trabajar con inteligencia artificial, esperamos y suponemos que existirá una abstracción de nivel superior para que prácticamente cualquier profesional pueda interactuar con estas tecnologías.
También es importante estar al tanto de las tendencias de países que ya han implementando o están empezando a implementar este tipo de tecnologías. Un ejemplo claro es China, donde la omnipresente y agresiva aplicación de las técnicas de inteligencia artificial y el big data a la ingeniería social, proporciona multitud de noticias en los medios, tales como, por poner un ejemplo, la unión de visión artificial, inteligencia artificial, big data y computación emotiva a la mejora del rendimiento de los estudiantes en las clases: Una cámara registra, analiza e interpreta las caras y los gestos de los alumnos de una clase, y ofrece a los docentes informes de apoyo acerca del pulso de la clase en general y de cada alumno en particular. No sé si esta metodología tendría futuro en un país como el nuestro, pero desde luego es un buen ejemplo de cómo un formador tendría que aprender a trabajar codo con codo con la inteligencia artificial para desarrollar su trabajo de forma más efectiva.
En definitiva, probablemente el próximo terminal móvil que uses tendrá, como los que de hecho ya empiezan a comercializar, un procesador especialmente diseñado para ejecutar algoritmos de inteligencia artificial de forma invisible mientras lo llevas en el bolsillo. No se trata de temer irracionalmente que la inteligencia artificial de tu movil vaya decidir que la mejor solución es exterminarte (aunque, recordemos, tampoco se puede descartar esa posibilidad), pero si que es importante, en la medida en que vayas oyendo a tu alrededor cada vez más el término IA, analices cual va a ser su impacto en tu vida, y actúes en consecuencia.
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4 añosInteresante José pienso que es similar a lo que comentas con los ordenadores se convirtieron en herramientas y ecosistemas sobre los cuales trabajar la IA. Los trabajos en este caso de hacen más complejos técnicamente ante la entrada de esta herramienta pero los alcances de nuestros esfuerzos también. En la medicina veo que puede ser de mucha utilidad, el transporte y en a mejorar de procesos rutinarios de empresas. Hay trabajos que quedaron totalmente desplazados, allí debe existir algún plan social que pueda compensar ese fenómeno que no tardará en aparecer.