De la Casa a la Oficina: El dilema de las Empresas Familiares
Julio Mosquera-Stanziola, M.Ed.

De la Casa a la Oficina: El dilema de las Empresas Familiares

Trabajar en una empresa familiar no es fácil. Manejar la dinámica familiar a la vez que se intenta obtener resultados organizacionales es una de las tareas más complicadas del mundo empresarial.

Pero ¿por qué? ¿Qué es lo que se dificulta tanto en las empresas familiares?

El primero de los retos en las empresas familiares es el nepotismo, osea el emplear a miembros de la familia porque son familia y no porque tienen las competencias requeridas del puesto que se les da. La confianza en esos familiares, el hecho de que se pueden hacer contratos informales con poca paga o el querer que el negocio quede en la familia se convierten en los principales motivadores del nepotismo.

Esto viene unido a la debacle de las brechas generacionales. Hacer negocios en 1980 no es igual que en el 2017 y esto complica aún más el asunto porque las generaciones que convergen en una empresa familiar no sólo son compañeros de trabajo, sino padres e hijos, tíos o abuelos. Y todo esto sin mencionar el hecho de que las oportunidades de crecimiento pueden ser limitadas, por lo que tiene que morirse uno de los dueños para poder tener un puesto de jerarquía en la empresa.

Otro de los grandes desafíos de las empresas familiares es la dinámica familiar en sí. La relación familiar puede permear la relación de trabajo, y, asimismo, los problemas familiares, a veces, se trasladan a la oficina. Esto hace que la cultura de la organización dependa de las relaciones familiares. Si los jefes están de buenas entre ellos, todo está en paz, pero si se pelearon, hay división de bandos y la cosa se complica.

La constante presión por los resultados es, también, una fuente de fricción en las empresas familiares. Ya sea porque la familia depende del éxito de la compañía para subsistir financieramente o porque el desempeño de la empresa les sume o reste prestigio, la preocupación por tener resultados positivos es mucho más enérgica en las cabezas de las empresas familiares que en cualquier otra. Para los líderes de una empresa familiar, no es un trabajo, es su razón de ser.

No menos importante que los retos en las empresas familiares, es el profundo sentimiento de orgullo que tienen sus fundadores. Probablemente, tantos años atrás, estos líderes forjaron la organización con mucho sacrificio y esfuerzo y pocos podrán entender esto porque no lo vivieron. Eso hace que los patriarcas o matriarcas de la compañía se sientan poco entendidos por las decisiones que toman o que no consideren las opiniones de otros porque sienten que no entenderán el bagaje que viene con ellas. Básicamente, la empresa no le duele tanto a las nuevas personas como a quienes les costó emprenderla.

Pero, no todo está perdido. Estas y las muchas más dificultades que se presentan en las empresas familiares se pueden resolver. Algunas recomendaciones para que la continuidad del negocio, el éxito de la organización y una cultura organizacional positiva son:

-         Establezca roles claros para cada persona en la organización. No meta al primo como todólogo, asígnele un rol definido con metas claras.

-         Si el nieto no tiene las competencias para el puesto que se le da, asegúrese de tener un plan de  desarrollo para que las tenga en algún momento.

-         Trace y comunique los objetivos de la organización. Apóyese en la experiencia de los fundadores y en la innovación de las nuevas generaciones.

-         Establezca planes de carrera junto con planes de desarrollo del talento para asegurar que todos crecen y hacen crecer la empresa.

-         Comunicación, comunicación, comunicación. Asegúrese de que todas las decisiones, ideas e iniciativas están siendo conversadas por las personas correctas.

-         Evite las concentraciones de poder.  Permita que otros se involucren en las decisiones y ejecución de acciones.

-         Comparta la historia de éxito de la empresa, cómo inició y lo difícil que fue que llegara al punto donde está hoy. Así, muchos entenderán mejor la cultura de la organización.

Ser parte de una empresa familiar, en ocasiones, no es nada fácil. Pero también tiene sus ventajas, que es el acercamiento a los líderes y el cariño de la familia que se permea en la cultura y relaciones de la organización. Ya sea parte de la familia o no, tenga presente que su rol de liderar o apoyar la organización es importante en hacer de la empresa un lugar de trabajo conducente al buen desempeño para lograr los resultados esperados.



Julio A Monasterio H

Desarrollo equipos gerenciales y ayudo a empresas a mejorar su rentabilidad cocreando estrategias de Negocio y Marketing | Optimizo la propuesta de valor de las empresas | +20 años en la industria Retail & Wholesale

6 años

Excelente y claro resumen!

Dario Hudson

Árbrito Laboral Certificado ACP.

7 años

Excelente artículo. Es la realidad que muchos vivimos hoy día.

Javier Mojica Calderon

Contador CPA - Contralor - Gerente de Contabilidad

7 años

Gracias Julio, me ha ayudado mucho su artículo. Estoy por entrar a formar parte del equipo gerencial de una empresa familiar y creo que es muy importante poner en práctica sus recomendaciones. La comunicación y los roles definidos son puntos clave.

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