De la ciencia de las sombras a la ciencia de las esencias
Soy profesor de Teoría de la Educación y la realidad nos muestra lo práctico que son estos conocimientos. Si uno se queda con el aspecto externo que las acciones tienen en sí mismas, todo parecería educación y como el entretenimiento cuenta con la motivación del estudiante, es fácil, vender entretenimiento como si fuera educación más motivante, pero bastará con analizar los resultados de aprendizaje para detectar que no hay aprendizaje. La #manipulación es más difícil de detectar, pues no solo el aspecto es de educación, sino que los resultados parecen educativos, sin embargo. Cuando uno ve la realidad en sí misma, aprecia el engaño que la ciencia reduccionista no logra detectar. La teoría, que es ciencia sin reduccionismos, no mide sombras sino que mira la realidad tal y como es, aunque no la pueda medir. La Teoría de la Educación es capaz de "ver los árboles y el bosque a la vez", pero dado el cientificismo de nuestra sociedad, se llega a considerar que eso no es "científico". Entonces se esperan unos años, hasta que hayan datos empíricos, y se demuestra por sus consecuencias, lo que los fenómenos en sí ya mostraban años antes y los teóricos habían descrito... Entonces lo que se llamó educación, en lugar de promover la sensibilidad, la empatía y la cooperación, se muestra que realmente ha generado indiferencia, resentimiento y violencia. Pero aún así, la propia "ciencia" puede llegar a negar la cientificidad de los resultados, a pesar de la concordancia con las evidencias y se buscan otras causas, que incluso llegan a demostrar empíricamente, y que sirve para justificar una determinada ideología.
Pero la realidad es tozuda y conviene que los teóricos de la educación sigamos esforzándonos por ser didácticos y mostrarla tal y como se presenta, aunque no la podamos demostrar.
Encima, dado el anterior hecho, se considera que todas las teorías de la educación son ideologías de la educación, y ciertamente existen teóricos que hacen un flaco favor usando la disciplina para justificar sus ideologías, sin embargo, es posible una teoría de la educación libre de ideologías. Una teoría que trate de mostrar la "educación en sí", aunque sea desde mi perspectiva, que no es lo mismo que renunciar a estudiar la educación en sí, y sencillamente hablo de lo que me interesaría que fuese la educación: "educación en mí", como pura subjetividad.
Es para mi un honor trabajar por mostrar la "educación en sí", y si viera que me equivoco, que me dejo llevar por el egocentrismo o interese personales, trataré de rectificar, que dicen que es de sabios, y así entre unos y otros, ayudándonos mutuamente, podremos hacer una ciencia de las cosas tal y como son y no de sus sombras, como si estuviéramos en la caverna de Platón.