De la ficción ejecutiva a la realidad personal.
La importancia de ser mejores personas antes que todo. Ser mejores personas nos hace excelentes ejecutivos.
Es indudable que buscar el éxito laboral o en los negocios es válido, y te hace sentir muy bien cuando los logros comienzan a llegar y los materializas en una casa, un automóvil, buen colegio para tus hijos, entre otras cosas.
Sin embargo, es vano si perdemos la brújula. Y no sólo la perdemos en el trabajo cuando nos volvemos quizás injustos con otras personas, sino soberbios con amigos, con nuestra propia familia y tomamos otra postura en la sociedad. Esto pasa con mucha frecuencia en la política, en el trabajo y en los negocios.
Creemos que esta vida que nos toca vivir será eterna y nadie podrá tirarnos abajo. Y aunque así fuera, no nos hace felices ni le da felicidad a nuestro entorno. Llevar una idea que el dinero y la posición social te da la felicidad es un gran error. Y quemar parte de tu tiempo en lograrlo te hará perder valiosos años de tu vida en conseguir algo que al final no lo disfrutarás del todo. Y con esto no te digo que no tengas el éxito sino que no pierdas el sentido de la vida.
El cerebro humano es demasiado inteligente como para vivir en ficción. Es estupendo tener sueños, yo personalmente soy muy soñador, pero materializar los sueños representa ser agradecido de Dios y de las personas que te permitieron tu éxito, dar a otras lo que recibiste y disfrutar de momentos que no necesariamente tienen un precio.
Estoy seguro que disfrutas más ver a tu hijo sonreír o sentir el amor que fluye por tu cuerpo, o el tiempo que tienen en familia que logros materiales. Es lindo consolidar sueños materiales o éxitos preconcebidos pero que lindo es sentirte que eres una persona que hace una diferencia en la vida de los demás y no sólo es un cargo detrás de un nombre.
Podemos tener el éxito, y lo aplaudo. Pero serás mejor profesional, mejor líder y mejor compañero de los demás; tendrás mejor rendimiento, te apasionarás por lo que haces y darás todo de ti si eres mejor persona. Eres real y como tal, debes lograr grandes retos.
La felicidad la concebirás sumando momentos y no metas, teniendo un propósito y no un objetivo. Soñando y dando es la forma. Ser agradecido otra.
Que el Señor te ilumine en este hermoso camino a tu felicidad.
PEDRO ROMERO