De la OPOSICIÓN, no hablo de política, a la DISPOSICIÓN.
ABEL MOLINA INIESTA, Abogado-Mediador Lawyer Avocat 弁護士
Abel Molina, lic. 1.985, lawyer & mediator. Family law, defence and legal advice in Spain and France
Como ya saben soy Abel Molina Iniesta, abogado y mediador acreditado. En este nuevo artículo voy a hablar, brevemente, de la mediación.
Herramienta a la que confieso que he acudido en mi vida particular para resolver situaciones que, como cualquiera de ustedes pueden vivir, sean cual sea su ocupación en la vida,
En concreto, la mediación es un medio de solución de conflictos alternativo a la vía judicial. La lingua franca anglosajona le ha dado nombres y acrónimos varios. Desde ADR, Resolución Alternativa de Disputas (o conflictos), BATNA, en el ámbito empresarial o de los negocios (esa “B” es de business) hasta SOPA, Probable Solución Alternativa (SOlution Probably Alternative). En nuestra lengua, se usa MASC, Medios Alternativos de Solución de Conflictos.
A mi modo de ver poco importa la etiqueta si no su contenido y utilidad.
“Sea cual sea nuestro entorno socio-económico- familiar todas las personas tenemos denominadores o características comunes por muy distintos que nos creamos de otros seres humanos”.
Cuando las parte involucradas en un conflicto quieren evitar una batalla judicial, tienen a su alcance diversos tipos de mediación que pueden ser una alternativa eficaz. Por experiencia aunque la Sentencia de la razón a mi cliente, veo que éste sigue enfadado o insatisfecho con el “mundo”.
¿Por qué?.
La ira, la vergüenza o la culpa son algunos importantes sentimientos de reactividad, de estallido de nuestro carácter, temperamento más genuino o reptiliano. La reacción nos hace estar desconectados, encerrados, y lejos de las necesidades reales o incluso de logros judiciales. Estas reacciones bloquean exteriorizar, expulsar el llamado “vomito emocional”, lo que a pie de calle se suele decir “todo lo que llevas dentro” pero de manera respetuosa, empática, clara.
“…Expulsar el llamado “vomito emocional”, lo que a pie de calle se suele decir “todo lo que llevas dentro”.
Además dificultan, o incluso impiden, comunicarnos de manera no violenta y…
“Alejarnos de una actitud de OPOSICIÓN hacia otra constructiva de DISPOSICIÓN”. Abel Molina Iniesta, abogado y mediador acreditado.
Debemos preguntarnos:
Si nuestro propósito es solucionar o bien seguir en eterno conflicto;
¿Queremos tener una conversación, respetuosa y clara, con esa parte que nos hacer salirnos de nuestras casillas?;
¿Considero que es el momento adecuado para pedir una sesión con un mediador ?
O bien plantear a mi abogado de confianza que se contrate la colaboración de un/a mediador/a , por ejemplo, para mi futuro divorcio. Es decir avanzar hacia una COMUNICACIÓN duradera, armónica y beneficiosa con el otro aunque el acuerdo o equilibrio alcanzado no sea, exactamente, al 50 %.
Dejando de lado para otro post los casos en que, legalmente, no se puede mediar por existir, por ejemplo, violencia, discapacidad de una de las partes, y las técnicas que se aplican (Harvard o win win – ganar-ganar), en la mediación, un profesional acreditadamente capacitado, el o la mediador, intenta ayudar a encontrar puntos en común, de entente. El mediador no dará soluciones sino que ayuda a encontrarlas.
¿Cómo?. Mediante la colaboración de los interesados en busca de una solución.
Para ello hay que superar la actitud de OPOSICION, de rencores o sentimiento no resueltos, a la actitud de DISPOSICIÓN a COLABORAR.
En definitiva, y como he escrito en otros medios, comunicándonos.
Sin embargo, no existe una plantilla o patrón de mediación válido para todos los conflictos. No es lo mismo un conflicto de valores, por ejemplo, pareja o matrimonio en el que uno es de una religión y otro de otra y discuten si se hace la comunión, se come cerdo o se lleva velo. Un conflicto vecinal por ruidos, incivismo. O incluso conflictos de poder en entornos laborales, por ejemplo.
Existen numerosos tipos de mediación, incluso de modelos híbridos o intermedios muy creativos como las mediaciones- conciliaciones, mediación-arbitraje...
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Por mi experiencia desde hace más de 26 años como abogado que contrata servicios de mediación en asuntos de familia, divorcio, parejas, con o sin hijos, como por mi trayectoria como mediador podría destacar, sin exhasutividad, los siguientes salvo mejor opinión.
Cuando un mediador allana el camino entre las partes en conflicto para facilitar una solución estaríamos hablando de la mediación tradicional. El mediador no resuelve, no da soluciones, ni impone ni e decantándose por recomendar.
A partir de la comunicación respetuosa la solución saldrá, poco a poco, de los interesados, los mediados. Si están DISPUESTOS, voluntariamente a ello.
Aunque he asistido a mediaciones internacionales ordenadas por Tribunales en las que el mediador, abogados con experiencia legal en el campo de la disputa, hace recomendaciones.
Aunque la mediación es voluntaria puede ser ordenada por un tribunal, un juzgado. Es la mediación intrajudicial o, simplemente, judicial. Aunque a la práctica, y en no pocas ocasiones, no va más allá de una sesión informativa sobre qué es la mediación.
Ello sea por que muchos clientes no dejan de lado ese sentimiento o emoción (rencor, odio, despecho…es decir siguen en la OPOSICIÓN y no caminan hacia la DISPOSICIÓN) dudando en que sea una solución. Sea por que no pocos abogados no confían en esta herramienta de solución de conflictos, por que temen no ser ya directores jurídicos del expediente. Extremo éste infundado pues:
“El mediador no actúa como abogado, ni asesor legal y, por tanto, no sustituye al letrado".
En otras mediaciones vividas el mediador intenta ayudar a las partes a que entiendan el punto de vista del otro, sus necesidades y porqué se siente mal, porqué dice ésto o aquéllo o actúa de determinada manera aunque no se comparta. Es la mediación transformativa. Digamos que ayuda a conseguir un cambio constructivo en las partes. Ese cambio no es otro que transformar la actitud enquistada de negación, del no estoy de acuerdo “por que no… por que él/ella me dijo, hizo, o no hizo…”, a entender que hay perspectivas diferentes desde el lado de “mi orilla” y que son tan validad como la visión desde el lado de “tu” orilla.
“…transformar la actitud enquistada de negación, del no estoy de acuerdo “por que no… por que él/ella me dijo, hizo, o no hizo…”.”
También he asistido a creativas mediaciones híbridas como la medi-conciliación en las que sí que se recomiendan posibles soluciones.
Se han incrementado, exponencialmente, las visitas jurídicas online. Entre ellas las mediaciones no presenciales vía, Zoom, Google Meet… son las mediaciones online.
Sin perjuicio de mantener la posibilidad de sesiones conjuntas, las partes presentes en pantalla, como en caucus, es decir, en sesiones por separado en casos de más conflictividad o a petición de los interesados que no soportan estar en la misma sala, ni la online, con el otro.
En conclusión, esta herramienta, es el futuro para descongestionar los juzgados. Y lo más importante, tener una solución vinculante que satisfaga a tod@s y en paz.
Muchas gracias por la lectura.
Les dejo abajo el link de la publicación en medios:
Abel Molina Iniesta
Abogado de familia y penal.
Mediador acreditado por el Ministerio de Justicia,
la Universidad Internacional Miguel de Cervantes y
la Escuela Internacional de Mediación (EIM)
www.abelmolinabogado.com
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2 mesesMuy interesante Abel👍🏽