De mayor quiero ser como tú

No sabes la de veces que he escuchado la siguiente frase:

"De mayor, quiero ser como tú"

Hoy, querido lector que no sabes muy bien a lo que te quieres dedicar de mayor, este artículo es para ti, y créeme, que esto no tiene que ver con la edad. Si estás en proceso de reconsideración de tu vida laboral, lo que te voy a contar posiblemente te interese.

Déjame primero decirte que yo fui de esos que no sabía en qué quería trabajar, porque nada de lo que había me gustaba. Así que al final, tuve que crearlo. Por eso cuando puedo, ayudo a la gente a crear su propio camino, por que yo no he parado de hacerlo desde que fui consciente de que eso se podía hacer. Y lo más importante, yo desde pequeño, no quise ser como nadie, solo quería poder ser yo. Eso si lo tenía claro. Hoy reflexiono sobre ello por si te es de ayuda.

Que las personas son sus propias experiencias está claro. Eres tus experiencias de vida y tus decisiones. La vida sabes que te da golpes y cuantos más mejor, o no. Depende de cada uno. A unos les elevan y a otros les hunden. Unos se hacen más fuertes, y otros no se recuperan del golpe. Pero las cosas las ves diferentes, eso seguro. Lo ideal es un equilibrio de golpes y dureza que te hagan ver la vida y el trabajo de modo diferente. Unos reciben más golpes de lo que deberían, y otros menos, y a cada uno le pasará factura de modo diferente. Evidentemente no hay una medida para esto. Para nadie.

Nunca acabamos de tomar decisiones vitales importantes, y nunca son fáciles. Ni en lo personal ni en lo laboral. En lo laboral siempre es difícil, sobre todo cuando cambiar de trabajo implica cambiar tu modus vivendi. Cuando alguien tiene claro que tiene que cambiar (normalmente llevado por un instinto de supervivencia laboral / vital), entra en un proceso de incertidumbre vital total que muchas veces le paraliza. Cuando ayudo a alguien con esta tarea siempre nos encontramos con los siguientes problemas:

1) No sé en qué soy bueno.

2) No sé qué es lo que me gusta.

3) No sé a qué me quiero dedicar, pero a lo que hago no.

Estas son las principales preguntas hay que resolver. Normalmente muchos se encuentran atrapados en la tercera pregunta directamente sin haber resuelto las dos anteriores. Y esa es precisamente la clave de que muchos anden perdidos en este asunto tan importante. Porque el mundo laboral tiene un impacto directo sobre tu vida personal. Y con ciertas edades los cambios asustan.

Antes de nada debes ser consciente de que nos han inculcado a trabajar por una nómina. Es el mejor modo de que nos agobie menos el pagar la hipoteca, los colegios o llenar la nevera. A cambio generamos riqueza para otro, no para nosotros mismos. Y esto no está mal, pero el sistema (educativo y laboral) está conformado para que seamos parte de un engranaje. Un engranaje que hacía funcionar más o menos el sistema. Pero resulta que la nueva realidad socioeconómica ya ha determinado que al sistema le sobran piezas. Y tu amigo mío, eres una de ellas. Pero realmente el problema es anterior a todo eso. No nos dijeron que podíamos trabajar en algo que nos gustase y que podíamos elegir.

Estudiábamos para lo que había salidas. No para lo que nos gusta o en lo que somos buenos.

Ya te lo conté en este otro artículo:

No nos dijeron que podías generar tu propio trabajo. Siempre se pudo, pero el sistema no animaba a ello. Incluso lo penalizaba. ¿Resultado? Gente de 40+ en modo cuenta atrás mientras te acercas en la cadena de (des)montaje al departamento de rrhh. Cada año más cerca. Unos se dan cuenta y se empiezan a activar, otros esperan que la indemnización o una prejubilación les salve la papeleta por los años que les quedan, otros se hacen pequeñitos y procuran no llamar la atención aunque no hagan nada, otros entran en modo quiet quitting (esperan que les echen mientras hacen estrictamente lo mínimo), y por último los que piensan que no va con ellos (algunos incluso se creen imprescindibles...). La realidad es que muy poquitos llegarán al final de esta carrera en el mismo sitio.

Cuando una empresa te dice que son people first presta atención. Ahora todas sacando pecho, pero... ¿Y antes? a ver si eran people last. Nunca les preocupó mucho el personal. Básicamente porque antes un boomer y un X te aguantaban carros y carretas y tampoco había que preocuparse por ellos. Eran lo que una furgoneta pickup al trabajo heavy duty. 

Pero el milenial y el Z no están para aguantar ese modo de vida de vapuleo continuo que a algunos nos parecía lo convencional (la empresa me maltrata lo normal...). Sacrificando tiempo y familia por la empresa. First to come last to go. Porque siempre se ha hecho así, y si no, a calentar la silla, que parezca que hago algo. Así que ahora tú, querido empleado joven, eres prioridad. No estás ni para calentar silla ni para aguantar broncas. Por qué si no, sé que te vas a ir. 

Ahora hay que ser polite. Ahora las empresas son people first pero "under 40”, al resto people first, sí, pero para ir saliendo los primeros. Ahora se ha pasado de people last, a people lastre. Y hay que soltar ese lastre. 

Y aunque por supuesto existen muchas empresas que cuidan al empleado, normalmente ya lo hacían antes de que esto fuera una ¿demanda? ¿necesidad? ¿tendencia? ¿moda? Lo que sea. Al final es una realidad. Habla con cualquier director de rrhh. En una mano políticas del empleado para que vean que hacemos cosas por ellos. En la otra mano la tijera.

Ofrecemos café molido en la oficina y fruta que es lo que demanda "el mercado" para un este nuevo empleado, mientras que ese otro empleado que lleva años ahí, ya viene desayunado de casa porque lleva años madrugando para llevar a los niños al cole...

Así que, si quieres reconvertirte, querido late boomer, generación X o milenial mayor encarando la cuarentena que ya no entiende tik tok... ya sabes. Por qué más claro no he podido ser. Vete pensando en lo que eres bueno, y en lo que te gusta, porque lo vas a necesitar, y oye, tampoco está tan mal un cambio. 

Yo a lo que a te animo es a que busques tu propio camino siendo tú. Porque yo ya lo hice. Porque, aunque tengas claro quién eres como persona, puede que no pudieras serlo a nivel laboral. Son cosas diferentes. ¿Cuántas veces te has llevado una sorpresa tras años de trabajar con alguien descubriendo todo lo interesante que había detrás de aquél compañero? Solo así lograrás encontrar este nuevo hueco que te ofrece el mercado, un hueco que vas a tener que crear tú, porque el resto de huecos a los que estás acostumbrado, ya han sido ocupados. O eliminados... 

Y es que muchas veces en el entorno laboral no eres tú mismo. Has hecho lo que sea para encajar en un sistema con unas reglas heredadas que nada tenían que ver contigo. Y ahora tienes la oportunidad no solo de hacer un trabajo, sino de ser tú mismo laboralmente.

Porque si quieres acceder a ese lugar que quieres que sea tú próximo trabajo, más te vale entender lo que ponía en la entrada del templo de Apolo en Delfos cuando los antiguos griegos iban allí buscando el consejo del oráculo.

Temet Nosce. - Conócete a ti mismo -

Así que, si de mayor quieres ser como yo, y acudes a mi cual oráculo de Delfos, ya sabes. Empieza por ti. Tan sencillo y tan difícil.

Y además yo sé que lo llevas ya pensando mucho tiempo...

Hablamos.