De villano a héroe: el ascenso de las casas de apuestas deportivas
Escrito por Diego Lira González
La industria deportiva sufre cambios constantes debido a las demandas del mercado y sus consumidores. Entran o salen de escena distintos tipos de patrocinadores y sectores que apuestan por el deporte como forma de entretenimiento.
Uno de ellos, que se ha colocado de manera estelar son los negocios relacionados con las apuestas deportivas. Poco a poco, se han incrustado como sponsors de clubes, torneos profesionales, selecciones nacionales y cadenas de televisión.
La legalización de las casas de apuestas de forma online ha atraído a los consumidores de contenidos deportivos. De acuerdo con Goldman Sachs Research, los estadounidenses gastarán cerca de 45,000 millones de dólares al año en apuestas deportivas.
En este blog, explicaremos los factores que han llevado a las casas de apuestas a la cima de la industria deportiva.
Negocio para unos y adicción para otros
Además de la regulación por parte de los gobiernos mediante el cobro de impuestos, permisos y cumplimiento del reglamento, uno de los factores indiscutidos de las casas de apuestas deportivas es la creación de parlays.
Un parlay es una selección de 2 o más pronósticos que realiza una persona en una misma apuesta. Para ganar, es necesario acertar ambos resultados y así obtener una ganancia por medio de un momio. Es decir, la probabilidad de que un resultado ocurra. Cuanto más improbable sea, mayor será la ganancia.
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De ahí, que el deporte sea el ambiente idóneo para arriesgar por múltiples marcadores, estadísticas, jugadas y sucesos que están a la imaginación de los aficionados.
Pese a toda vigilancia, las apuestas deportivas han causado problemas de adicción entre jóvenes, e incluso, atletas profesionales. Menores de edad y adultos entre 25-30 años encuentran en las apuestas deportivas un espacio de ocio y “fácil” para ganar dinero pese a una mayor pérdida.
En el otro extremo, jugadores profesionales han presentado casos de adicción a las apuestas, entrando al mercado ilegal y alterando sus propias competiciones, sumado a tener deudas millonarias.
Tal es el caso de los futbolistas italianos Sandro Tonali, Nicolò Zaniolo y Nicolò Faglioli. Es último, fue suspendido siete meses sin jugar por la Federación Italiana de Fútbol, impartir charlas sobre los efectos negativos de las apuestas, asistir a terapia por 6 meses y pagar una multa.
Por último, existen casos de redención como el de Ivan Toney, delantero inglés del Brentford FC, quién después de cumplir 8 meses de sanción por realizar apuestas entre 2017-2021 de su club y partidos donde jugó, regresó a las canchas y es uno de los mejores killers del momento en la Premier League.