DEBE REGULARSE LOS JUEGOS DE AZAR POR INTERNET
DEBE REGULARASE LOS JUEGOS DE AZAR POR INTERNET
Por: José Luis Luján Cárdenas, sociólogo y periodista
Siempre he estado en contra de los juegos de azar, dado que es un paso casi seguro a la ludopatía; y, muchos afirman, que las casas de juego serían centros de lavado de dinero proveniente del narcotráfico, la minería ilegal y otros delitos.
Los estudios al respecto son escasos, por ello es loable la próxima presentación en el Cusco, este 5 de abril, del libro “Hacia una regulación normativa de los juegos de azar por internet”, del abogado Franklin Gutiérrez Merino, quien estudia la realidad y problemática de los juegos de casino y máquinas tragamonedas que se realizan a través del internet.
Allí sostiene que “actualmente cualquier persona en el Perú puede apostar y jugar el póker, blackjack, ruleta, tragamonedas y otros juegos desde un celular, tablet o computadora sin restricción alguna.” Y nadie sabe desde dónde opera la empresa que provee de estos juegos, que podría estar en Perú o cualquier país del mundo, ante la indiferencia del Estado.
En nuestro país se conoce que existen 18 salas de casino y 728 salas de máquinas tragamonedas, pero presenciales; que generaron al Estado en el 2017 alrededor de S/. 297 millones de nuevos soles en recaudación; mas, no se conoce nada sobre los juegos on line. La regulación es débil, por lo que el autor del estudio plantea una regulación del juego por internet, lo que permitirá generar mayor recaudación tributaria y disminuirá las posibilidades de que exista fraude, protegiendo al consumidor y a la población vulnerable, como son los menores de edad, quienes acceden fácilmente a estos juegos en internet.
Plantea además que por ley del Congreso se designe al Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) como órgano regulador de los juegos de azar por internet, quien podría otorgar títulos habilitantes a las empresas para que operen estos juegos y supervisarlos. Las empresas que operen sin este título, serían consideradas ilegales, según las normas del Código Civil, y tampoco podrían realizar publicidad de sus juegos en diferentes medios. La propuesta esté en el tapete.