Decidí quedarme en casa
“Quiero quedarme en la casa para cuidar de nuestro hijo, no quiero volver a la oficina”.
Le dije llorando a mi marido hace 10 años tan solo a días que se acabara mi post natal por nuestro primer hijo. A mi mamá recién le habían diagnosticado cáncer y su tratamiento de quimioterapia.
No tenía red de apoyo y la única opción era dejarlo al cuidado de un tercero, pero yo soñaba con dedicarme a ser mamá.
Me quedé en casa, llegaron 2 niños más y me fui convirtiendo en Cuidadora Oficial, en Gerente de Operaciones, de Logística, de Limpieza, de Finanzas.
Sin horario de entrada ni de salida, sin opción de una licencia, un 24 x 7 total !
Comencé a trabajar aún más que cuando era empleada, y si bien el amor de madre es incondicional; la carga emocional que esto produce en todas las mamás repercute en su salud física y mental, dejando sus prioridades básicas para el final y facilitando la llegada de depresiones y estrés silencioso.
Para evitar esto te dejo tres consejos:
1. Programa tiempo para ti como sea y sal a caminar sola.
2. Reúnete con tus amigas para despejar tu mente.
3. Organízate con tu pareja para que puedan programar una cita semanal y revisa tus hobbies.
Prográmate para hacerlo sin culpa!
Recuerda qué si tú no estás bien, no podrás dar lo mejor de ti.
Y no te confundas...
Tu bienestar no tiene ninguna relación con ser egoísta, es repartir el gran amor que tú entregas día a día.
Con amor y gratitud,
Caro