Decir Talento es decir Sistema

Decir Talento es decir Sistema

(Cosas que nunca te contaría una madre…)

 

Decir Talento es decir Sistema

 He de reconocer que, como la mayoría, soy bastante escéptico frente a las novedades que carecen de rigurosidad o que no suponen mucho más que un cambio de envoltorio, por no hablar de los oportunistas que encuentran el Santo Grial tras un concepto y dos libros de dudosa aplicación y calidad.

 Pero de las cosas que más me molestan profesionalmente es como todos estos temas pueden llegar a calar en el ánimo colectivo de la profesión y, de repente, surgen cientos de comentarios a la sombra de un par de posts y tres artículos en periódicos económicos de referencia, convirtiendo en marciano a quién pregunta ¿y eso del …. qué es?. Y probablemente me moleste tanto porque yo también lo he hecho, es lo que tiene internet, la posibilidad de llegar a mucha gente y la necesidad de comunicar.

 Odio generalizar pero lo hago, así que vaya por delante mi más sincero respecto a lo que cada uno haga o deje de hacer, lo importante es que sea feliz haciéndolo.

 Con lo que oigo y leo en algunos lugares respecto del Talento creo que hay algo de todo lo dicho. Pocas ofertas no lo requieren, aparece en 1 de cada 10 palabras en conversaciones profesionales y tienes que exponerte a oír o leer afirmaciones como “la generación de los millennials es la del talento”, “personas con o sin talento”, “quiero que selecciones a alguien con talento”, “eso es (o no es) talento”… todo ello generando una idea, un constructo, alrededor de una palabra a la que se le dota de sentido en sí misma, de forma aislada a un entorno, como si el talento fuera un gen que acompañara a algunas personas, para el caso trabajadores, y les permitiera hacer cosas extraordinarias en aquellas empresas por las que el destino les lleva.

Pero el talento es un concepto que resulta de la interacción de la persona con el puesto. Cualquiera de nosotros podemos ser un crack en un puesto y un auténtico desastre en otra empresa haciendo teóricamente lo mismo, sencillamente porque los requerimientos entre ambos puestos difieren.  Cultura organizacional e intrategia tienen tanta importancia o más a la hora de definir un puesto que las competencias propias del puesto, por no hablar de la motivación y el equilibrio personal.

Es decir, en un contexto organizacional la única forma que tenemos de identificar o medir el talento (rendimiento considerado superior al standard) es midiendo en qué forma el empleado responde a las necesidades del puesto.  Y para ello no hay que inventar la rueda, existe la evaluación del rendimiento que pone en la misma dimensión lo que la empresa considera un rendimiento extraordinario (y ordinario) con el trabajo realizado.

Medir el talento implica necesariamente implantar un sistema de gestión de recursos humanos puesto que:

  •  Por un lado, he de saber qué necesita la empresa de cada puesto para cumplir con sus objetivos estratégicos: ADPT. Además, necesitaré el perfil de competencias para comprobar si mis colaboradores están alineados con los valores y cultura empresarial. En resumen, sin un punto de referencia no puedo medir objetivamente entre el resultado óptimo esperado y el que se sitúa sobre este (talento).
  • Por coherencia, la Política de Selección (externa e interna) deberá permitirnos conocer el grado de adecuación candidato vs puesto, activando los mecanismos de capacitación y desarrollo (esa formación que no es café para todos).
  • La formación nos ayudará a desarrollar a los empleados para que puedan hacer frente con solvencia a los actuales y futuros desafíos, puedan suceder a otros compañeros o evolucionar al tiempo que evoluciona su puesto (que lo hará si todo va bien).
  • Finalmente, en la Entrevista de Desempeño analizaremos quien podría colaborar en una forma distinta a la que lo hace actualmente y si lo podemos calificar de talentoso y planificar (de su mano) su desarrollo.

 Y de ser así, lo habremos hecho de forma objetiva y transparente y, no nos olvidemos, ayudando a la empresa a cumplir su estrategia y al empleado a sentirse valorado, ¿no era para esto que nos contrataron en el departamento de recursos humanos?.

Toda política que quiera trabajar el talento deberá, al menos, tener en cuenta estos factores, a los que podrá añadir otros, cambiar su orden… pero respetando el concepto de interdependencia entre las necesidades de la empresa y del trabajador.

Todo lo demás, desde mi humilde opinión, puede contener un alto contenido en humo y ser poco fiable, dicho sea con el máximo respeto a las opciones de cada cual y sin ánimo de adoctrinar.    

Adiós amig@!

Ruben Abraham Moreno Urquizar

Relationship Manager_Powering the future of global payments

8 años

Juan Díaz Cuenca gracias por el post, quizas una de las mejores explicaciones que he leido. No basta con postear frases sobre el talento, hay que desarrollar politicas y aplicar sistemas que nos permita llevar a cabo esas politicas. Excelente!

David Pellejero Trillo

| MBA || Dirección General | Desarrollo de negocio | Gestión del cambio | Mejora continua | Retail y distribución |

8 años

Excelente descripción del proceso de captación de talento y de los estúpidos juegos malabares que algunos managers quieren/queremos que se hagan a veces en la selección de personal.

Juan Díaz Cuenca

HR DIRECTOR - TROLLI IBÉRICA

8 años

Hola Patricia! Gracias por tu opinión! Como puedes observar, el enfoque del post es empresarial. No obstante, los conocimientos, aptitudes, competencias... que aportamos deben ser contrastados (y por lo tanto medidos) con otros para determinar si pueden ser calificados como talento o no. El resultado de esa interacción es en sí lo que puede o no calificarse como talento, independientemente del ámbito en que tenga lugar. Un sistema es ese conjunto de reglas que determinará cuando nuestra aportación puede ser calificada como talento. Respecto a encajar o no en un proyecto empresarial, va a depender del enlace entre el candidato (como referente de sus aportaciones) y el puesto (como reflejo de un sistema que es la empresa), pero nunca de la aportación de uno u otro aisladamente. Esta es al menos mi opinión. Gracias por la tuya. Saludos!

Patricia Gómez Musné

Profesional de RRHH, Orientadora-Coach y Formadora

8 años

Creo Juan Díaz Cuenca que el talento es una cosa y el sistema otra, y aunque interactúen son independientes. El talento es personal, cada uno de nosotros tenemos talento innato para hacer de forma extraordinaria unas cosas y no otras. Ser capaz de encajar a nivel personal dentro del sistema de una empresa es otra cosa que no dependerá solo de nuestros talentos naturales, sino también de las habilidades y competencias que hayamos sido capaces de desarrollar, y de nuestra capacidad de adaptación al mismo. Saludos .

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