#DECISIONES
A veces, se mira la vida en retrospectiva y se puede notar que han pasado algunos años y probablemente muchas cosas no han sido vividas de la mejor manera. Muchas veces pensamos que si existiera la manera de retroceder el tiempo, tal vez no se habrían tomado, en muchas ocasiones, las mismas decisiones; pensamos en los fracasos que nos acarreó el actuar precipitadamente en la vida: ¿entrar a una mala empresa? O ¿salir de una buena empresa?, ¿una mala carrera?, ¿un(a) mal(a) esposo(a)?, ¿dejar a los padres? O ¿haber vivido con ellos demasiado tiempo?, ¿no tener hijos? O ¿haber tenido y adquirir una responsabilidad tan grande?.
Siempre vemos el fracaso que está en frente y lo grande del reto qué hay que asumir; sin embargo, no pensamos lo suficiente en lo bueno que sacamos de cada decisión, de lo que sigue después de eso y que indefectiblemente ocasionará una sonrisa en el rostro. Y es que vivir la vida se trata de una incesante toma de decisiones que hoy por hoy nos han traído hasta aquí generando miles de historias que contar.
En mi caso, por ejemplo, para muchos tal vez sólo tenga 32 añitos y “lo que me falta por vivir”; para otros, en cambio, ya estaré demasiado grande y “apenas ha hecho eso con su vida”; pero ¿qué puedo decir?, si hoy dejase yo de respirar, lo haría con la tranquilidad, de haber tomado miles de decisiones en mi vida, unas pésimas, las cuales me acarrearon miles de tristezas, pero otras cuyas consecuencias fueron totalmente gratificantes. Podría decir tal vez, que sí, a mis 32 años he llorado mucho, pero también he reído sobremanera; he gritado y he callado lo suficiente, he aprendido y he enseñado, he odiado pero también he amado, me han odiado tal vez muchos y a su vez he sido enormemente amada, he recibido de otros y he dado de mí, he ofendido y me han ofendido, sin embargo he pedido perdón y también he perdonado, me he enfermado y he sido sanada, he cantado, he viajado, he vivido... Sí, he vivido!. Pero sobretodo y lo más importante de todo esto, es que al final del camino puedo decir: He conocido a Dios!