Deepfake y la identidad comprometida
Desde cuadros famosos tomando vida a presidentes adulterados de su rol. Hoy simplemente navegando por una red social nos podemos encontrar todo tipo de videos llamativos de fuentes desconocidas. En algunos casos nos preguntamos sobre su legitimidad, en otros simplemente nos creemos que es real hasta que alguien lo contradiga.
Estos videos, mayormente, son generados mediante ciertas técnicas de inteligencia artificial conocidas bajo el termino Deepfake (ultra-falso)
Si bien, hasta hace unos años, se venía utilizando, en la gran mayoría de los casos, como humor y/o parodia, en la actualidad es una herramienta que ataca directamente la integridad de la información y datos que circulan por Internet.
Poco a poco comenzaron a aparecer videos cortos con diversos lideres mundiales haciendo todo tipo de discursos polémicos, aprovechando la facilidad de distribución masiva que se genera en las redes sociales donde pocas veces se verifica la fuente de información.
Pero con el avance de tecnologías como el reconocimiento facial, y con la capacidad de procesamiento actual, aparecieron múltiples aplicaciones para modificar el rostro directamente en vivo. Permitiendo con muy pocos recursos y conocimiento hacer este tipo de suplantación.
Un caso reciente de deepfake es el de Mark Zuckerberg, dueño de Facebook, jactándose de controlar los datos personales de los millones de usuarios de su red social.
Históricamente fue difícil combatir la divulgación de información falsa. Hoy con la velocidad con la que se propagan las noticias/videos/artículos se complica aun mas.
¿Como se pueden identificar?
Actualmente se están desarrollando algunas interesantes herramientas para combatir estas estafas. Aunque ninguna es perfecta y las nuevas soluciones al popularizarse generan nuevas alternativas para burlarlas.
La Universidad de California en Berkeley y USC trabajaron en una IA para detectar los deepfakes. Este es el artículo completo: Protecting World Leaders Against Deep Fakes
También, a modo alternativo y sin recurrir a un software, existen ciertas deficiencias de esta tecnología que nos pueden ayudar a identificar la veracidad del video alterado. Por ejemplo: el parpadeo.
En circunstancias normales, un humano adulto parpadea una vez cada 2-10 segundos, y cada uno de sus parpadeos se prolonga durante 1-4 décimas de segundo.
Esto no ocurre, normalmente, en los videos deepfake y nos permite una pequeña posibilidad de detectarlos.
Información adicional y fuentes: