Dejé de ser diseñador...

"¿Eres el de los dibujitos?", "¡Ya llegó el que pone las cosas lindas!", "Él hace cosas muy bonitas." No sé cuántas veces habré recibido estos comentarios al decir que soy diseñador. A diferencia de muchos, estos comentarios no me molestan; me hacen reflexionar sobre lo estereotipado y trivializado que está el término, tanto o más que la palabra "creatividad".

El diseño abarca mucho más que solo lo estético y visual. Y no, no tengo nada en contra de la estética; entiendo la importancia de crear algo visualmente atractivo, me he enfocado en eso la mayoría de mi vida profesional. Sin embargo, el diseño va mucho más allá. Así como la creatividad no es solo saber dibujar o el creativo no es solamente un artista plástico, el diseño no es usar una computadora para hacer cosas bonitas o el diseñador no es solamente un diseñador gráfico.

El verdadero alcance del diseño

El diseño también es crear, analizar, investigar para desarrollar una estrategia, un proceso, una experiencia. Es entender al usuario, resolver problemas complejos y mejorar la interacción entre las personas y su entorno. Es un campo multidimensional que abarca desde la investigación y el análisis hasta la implementación de soluciones efectivas y significativas, en mi caso, soluciones digitales.

El enfoque en el diseño de Experiencias Digitales

En los últimos años, mi enfoque ha evolucionado hacia el diseño de experiencias digitales. Este ámbito requiere una comprensión profunda de las necesidades y comportamientos de los usuarios, y cómo interactúan con las plataformas digitales. No se trata solo de hacer interfaces atractivas, sino de crear experiencias fluidas y satisfactorias que generen valor y faciliten la vida de las personas.

Diseñar experiencias digitales implica pensar en cada punto de contacto, cada interacción, y cómo todos estos elementos se unen para formar una experiencia coherente y memorable. Desde el primer clic hasta la navegación completa por un sitio web o una aplicación, cada detalle cuenta. La integración de diseño, negocio y tecnología se convierte en una danza coordinada que debe anticiparse a las expectativas del usuario y alinearse con la estrategia del negocio.

Inspirando con el diseño

En resumen, dejé de ser el diseñador estereotipado que muchos imaginan para ser un especialista en experiencias digitales que utiliza el diseño para agregar valor a través de una gama de servicios que ayudan a los clientes a crear una experiencia digital superior. Este cambio de perspectiva me ha permitido ver el verdadero poder y alcance del diseño, y cómo puede transformar no solo productos y servicios, sino también experiencias y vidas. A través de esta evolución, he encontrado una pasión renovada y una motivación constante para seguir innovando y creando.

Invito a todos mis colegas, tanto diseñadores como aquellos que interactúan con el diseño, a ver más allá de los estereotipos. Veamos el diseño como una herramienta poderosa para el cambio, una disciplina que puede resolver problemas complejos y mejorar nuestras vidas diarias.

El diseño es una fuerza transformadora. Si nos comprometemos a explorar su verdadero potencial, podemos crear un impacto positivo y duradero en el mundo. Sigamos innovando, aprendiendo y creando juntos. Cada día en este campo es una oportunidad para inspirar, conectar y mejorar la vida de las personas.

¡Hagamos del diseño algo que inspire, motive y transforme!