No dejes que tu trabajo hable por ti, tú habla por tu trabajo

¡Hola, red!

Quiero hacerte una pregunta:

¿Qué tan dispuesto estás a que no te vean nunca?

A veces llegamos a caer en la falacia de que nuestro trabajo hablará por nosotros, es decir, que nuestros hechos laborales serán suficientes para salir a flote y hacernos notar aquí y en China, pero ¿esto es una realidad?

Yo diría que no, o bien, que es una realidad a medias. No dudo que existan casos donde nuestro trabajo se note antes que nuestro nombre, pero dado que no siempre es así es importante que nosotros hablemos por él.

¿Quieres generar impacto? Entonces:

• Muestra tu trabajo: si no lo haces, puede que lo único que se note de este sea el resultado, y al ver sólo el “final” las personas realmente no se enganchan ni interesen en lo que has hecho.

Cuando sólo se ven los resultados, pareciera que las cosas simplemente salen y listo.

• Habla sobre el proceso para llegar a esos resultados: no se trata de contar una historia muy elaborada o de hacerte parecer la persona que más obstáculos ha pasado para conseguir lo que tiene, no, pero sí se trata de exponer los pasos que creaste y seguiste.

¿Para qué? Para darle el valor que merece al trabajo que has hecho. No se te dio en bandeja de plata, te esforzaste por ello y es muy importante demostrarlo.

¿Quieres crecer en la empresa o profesionalmente en general?

Si dejas que tu vida profesional dependa de lo que los demás vean o más bien, de lo que los demás alcancen a ver, la responsabilidad para que tú puedas crecer va a ser de las demás personas, no tuya. ¡No permitas que esto pase!

Sigue mi consejo: TÚ habla por tu trabajo, no te quedes sentado esperando a que el trabajo hecho sea suficiente para que “hable por ti”.

¿Qué tanto deberías decir entonces sobre tu trabajo?

Lo suficiente para mostrar tus procesos, tu actuar, tus caídas y que te lleve al resultado.

Si lo que quieres es llegar a cierto tipo de personas, entonces expón tu trabajo en canales donde estas personas podrán visualizarte.

Asume la responsabilidad de ser la primera persona en valorar tu trabajo, de aplaudirlo y de exponerlo, no dejes en las manos de los demás tu futuro.

Entonces, te repito la primera pregunta: ¿Qué tan dispuesto estás a que no te vean nunca?

¡Hazte notar!